Política Económica

El FMI urge a América Latina y el Caribe a una consolidación fiscal para reducir deuda y afianzar el crecimiento

El organismo pide marcos fiscales plurianuales creíbles y disciplina presupuestaria para abaratar la financiación y acelerar la desinflación.

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El Fondo Monetario Internacional insta a los países de América Latina y el Caribe a aplicar una consolidación fiscal sostenida para reducir la deuda y estabilizar la economía en un contexto de costes de financiación altos e incertidumbre global. El reequilibrio de la política económica —menos impulso fiscal y anclas creíbles— es clave para atraer inversión y afianzar la desinflación.

Con tipos de interés aún elevados y un escenario comercial más tenso, el FMI defiende reglas fiscales predecibles y plurianuales, junto a reformas que mejoren la calidad del gasto. La región necesita reconstruir colchones fiscales sin frenar la inversión productiva: el objetivo es asegurar crecimiento potencial y protección social con cuentas ordenadas.

La consolidación fiscal oportuna reduce primas de riesgo y abarata la deuda soberana

Consolidar con reglas: del ajuste coyuntural al anclaje creíble

El diagnóstico es nítido: tras varios ejercicios de política fiscal expansiva y política monetaria restrictiva desde 2022, la mezcla de políticas está desalineada. El FMI propone anclar las cuentas con normas claras (metas de deuda y límites al déficit estructural), priorizar la eficiencia del gasto y proteger la inversión social y en infraestructuras.

Un anclaje creíble, además, mejora la transmisión monetaria y reduce la volatilidad financiera, fortaleciendo la confianza de los mercados.

Inflación: convergencia con “data-dependence”

El Fondo vincula la consolidación con la desinflación: con marcos fiscales sólidos y bancos centrales actuando con enfoque basado en datos, la inflación regional —excluyendo Argentina y Venezuela— se mantendría alrededor del 4,3% en 2025 y bajaría hacia 3,5% en 2026.

El reto es evitar errores de calibración: un ajuste mal secuenciado puede dañar la actividad; uno gradual y creíble ancla expectativas sin ahogar la recuperación.

La coordinación entre reglas fiscales y bancos centrales acelera la vuelta de la inflación a objetivo

Crecimiento: ritmos dispares y riesgos

Para el conjunto regional, el FMI proyecta un avance cercano al 2,4% en 2025 y una ligera moderación al 2,3% en 2026, con una heterogeneidad marcada por el pulso de cada economía y por el nuevo mapa arancelario. Brasil acusaría la combinación de aranceles y políticas más restrictivas; México desaceleraría en 2025 por la consolidación fiscal y mejoraría en 2026; Perú y Uruguay moderarían tras el rebote de 2024; Paraguay mantendría tracción; Colombia mejoraría en 2025 y se moderaría después; Argentina seguiría condicionada por el ajuste macro y la demanda interna.

Qué pide el FMI: prioridades ejecutables

  • Reglas fiscales con metas plurianuales y salvaguardas anticíclicas

  • Revisión de gasto tributario e incentivos ineficientes; lucha contra evasión e informalidad

  • Protección de inversión pública (infraestructura, educación, salud) y proyectos climáticos con alto multiplicador

  • Coordinación con la política monetaria para no abortar la desinflación

El énfasis está en la calidad del ajuste: recortar gasto improductivo y preservar inversión que eleva el crecimiento potencial

Referencias guía para 2025–2026

Indicador clave 2025 2026 Nota de política
Inflación regional (ex AR/VE) 4,3% 3,5% Mantener sesgo prudente y credibilidad fiscal
PIB América Latina y Caribe 2,4% 2,3% Crecimiento heterogéneo por país
Saldo primario (orientativo) ≥0,5 p.p. del PIB ≥0,5 p.p. del PIB Enfoque en calidad del gasto
Deuda/PIB Senda descendente Senda descendente Depende de tasas y crecimiento potencial

La ventana es estrecha pero relevante: consolidar ahora, proteger la inversión productiva y blindar reglas plurianuales permitirá reducir la deuda, abaratar la financiación y sostener un crecimiento más inclusivo.

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