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AMÉRICA EN FOCO

OEA —- Allá vamos

Fuerte Tiana (Caracas), presidentes de 33 países de la región inauguran cumbre adornada por pomposa puesta en escena de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) espacio comprometido en desplazar a la OEA, excluyendo, sin miramientos, a Canadá y EEUU. Ahora bien, esta ‘glamurosa’ gesta será un mero parche, uno más. Fuerte Tiana (Caracas), presidentes de 33 países de la región inauguran cumbre adornada por pomposa puesta en escena de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) espacio comprometido en desplazar a la OEA, excluyendo, sin miramientos, a Canadá y EEUU. Ahora bien, esta ‘glamurosa’ gesta será un mero parche, uno más.

Líderes regionales se comprometieron a combatir la pobreza y proteger sus economías de la crisis económica global, enviando una señal a los países desarrollados.

La convocatoria en Venezuela fue exitosa, ya que sólo faltaron a la cita Ollanta Humala de Perú, Laura Chinchilla de Costa Rica y Mauricio Funes de El Salvador. La idea fuerza que sobrevolaba la cumbre se centraba en la necesidad de unificar a toda América Latina y El Caribe en un sólido y único bloque a efectos de anteponerse a los países desarrollados y eliminar de cuajo el tan mentado paradigma de ‘patio trasero’.

Habida cuenta que entre las prioridades figuran el impulsar sus industrias locales y procurando incrementar el comercio dentro de la región, lo cual quedó plasmado en la Declaración de Caracas cuya redacción fue aprobada por unanimidad, aprobándose luego una cláusula relativa a las normas democráticas y una declaración de principios compartidos, incluyendo la defensa y respeto de los derechos humanos, formalizando, además, el compromiso regional en contra del narcotráfico, el terrorismo y las sanciones estadounidenses contra Cuba vigentes desde 1962.

Volviendo a la realidad económica, es claro, que al momento la grave situación que padecen los EEUU y la Eurozona, no han replicado fuertemente en América Latina y el Caribe, región que en conjunto creció más de 5% en el pasado año.

Brasil, Colombia y Argentina expresaron su interés en reducir las importaciones de fuera de América Latina para evitar futuros sobresaltos, ya que la región cuenta con las materias primas, las fuentes energéticas y los recursos humanos necesarios a los efectos de atornillar la deseada integración, por lo que se plasma prioritario fortalecer el comercio regional.

La espada que pende sobre nuestras cabezas es el retraimiento del comercio mundial siendo una de las consecuencias la fuerza de la crisis que podría impactar a las economías en vías de desarrollo, como consecuencia de la crisis en Europa y otros socios comerciales tradicionales de América Latina, la región podría experimentar una desaceleración importante. Se espera que América Latina crezca en un 3,8% en 2012.

Dato contundente que motiva hechos y no palabras los muestra las cifras que expone la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), el comercio intraregional, es 16%», equivalente a 164.000 millones de dólares, mientras el 84% restante es con países ajenos a la región, un tema que no tendrían que descuidar los popes regionales sería el de crear organismos financieros propios que permitan que los pequeños productores, asociaciones y microempresas, puedan acceder a créditos.

El reciente conglomerado regional tendrá a Cuba como miembro pleno, una de sus marcadas diferencias con la OEA.

Sin embargo, tras los bastidores, la cocina de la cumbre da salado, sólo Venezuela, Cuba y Ecuador tienen posturas irreductibles con respecto a que CELAC desplace a la OEA, Brasil Colombia y Argentina, entre otros, opinan lo contrario, esperan que el nuevo organismo sea el camino para establecer vínculos más estrechos, resolver conflictos, promover el desarrollo económico y combatir la pobreza; pero no para sustituir a la OEA.

Jugando a la futurología el destino de CELAC es un enigma, puede constituir un parche, agregado a una larga lista con la que nuestra región cuenta, u opacar de tal manera a la OEA, dejándola en los ultimas posiciones de la tabla general, no olvidemos que el naciente grupo cuenta en sus filas a dos pesos pesados regionales México y Brasil, potencias pragmáticas, pueden soslayar en hechos situaciones impensadas.

Como muestra vale un botón , ya que ha sido por demás significativa la visita que la titular de FMI, Christine Lagarde, ha realizado a Brasil, México, sumando al Perú, gesto que aprecia al sur como rueda de auxilio dándole explícitamente una consideración global, antes no considerada.

El gran interrogante que por el norte mundial ronronea es si la región podrá coordinarse, vale recordar que el sistema interamericano con o sin la participación de la OEA, plasmó éxitos que lo llevaron a un primer plano desde el grupo Contadora en 1983, el de Apoyo a Contadora en 1985 y el de Río en 1986, sin embargo se fue deshilachando como una de las consecuencias del modelo que redujo el peso de los Estados, sólo un hecho cuando un golpe militar derrocó a Chávez en 2002, México y Argentina encabezaron la ofensiva hemisférica que aisló el alzamiento que ya tenía apoyo de Washington, Madrid y el FMI, con el correr de los años se transitó en vertientes opuestas en relación a estos antecedentes, sin dejar de reconocer que se restauró el Estado, en la mayoría de los países se redujo la institucionalidad limitándose los poderes republicanos de la democracia. Funesto, recordamos, la imposibilidad, tanto desde la OEA como de los otros organismos regionales, de revertir el golpe contra el presidente hondureño Zelaya en junio 2009, recordamos, estanciero de derecha devenido en socialista a efectos de aliarse con el bloque bolivariano e intentar forzar su reelección prohibida por la Constitución, por lo que se estimó como, a su modo, una forma de golpe. Los militares se le adelantaron, sin embargo el tema sumamente preocupante que dejó este episodio fue que es posible romper el orden legal.

Otro punto oscuro al sistema fue su fracaso en lograr una acción rápida y contundente de la región para condenar el inaceptable bombardeo de Colombia a territorio ecuatoriano con la excusa de liquidar a un dirigente de la guerrilla de las FARC refugiado en un campamento clandestino en ese país.

Últimamente el Gobierno de Nicaragua pisoteó su Constitución que fue modificada en un oscuro proceso para permitir la re-reelección de su presidente Daniel Ortega, que vaya paradoja, aliado con un sector ortodoxo de la Iglesia católica y con la derecha política que amparó a la dictadura de Somoza, Ortega se muestra como socialista y anti-imperialista cuando cubre con su máscara de progresista esas deformaciones. En las recientes elecciones que le dieron el tercer mandato consecutivo, sumidas en reclamos de fraude, el sistema interamericano no pudo, ni supo determinar la transparencia del acto comicial.

Hoy se intenta recomponer las profundas fallas del sistema interamericano, es de esperar que como por arte de magia, florezcan trabas en el camino, será el momento de un par de pantalones largos para la región.

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