El pasado fin de semana el artista catalán Ramón Rodríguez, alias The New Raemon. volvió a encontrarse con sus irreductibles seguidores madrileños, que llenaron con holgura la sala Butt de la cale Barceló, en un concierto organizado por el ya veterano Club Ocho y Medio. El pasado fin de semana el artista catalán Ramón Rodríguez, alias The New Raemon. volvió a encontrarse con sus irreductibles seguidores madrileños, que llenaron con holgura la sala Butt de la cale Barceló, en un concierto organizado por el ya veterano Club Ocho y Medio.
El día era complicado por motivos musicales varios, alejados de las tormentas políticas que nos acechan en la sombra. Ramón y los suyos, por ejemplo, se enfrentaban a la dura competencia de Leon Bridges, la última sensación del ‘neosoul’ que tocaba en ´La Riviera’.
Pero ya he dicho que los fans del barcelonés optaron mayoritariamente por acudir a la cita con su ‘cantautor’ indie preferido, que venía a la capital de España a presentar ‘Oh, Rompehielos’, su último trabajo, publicado el pasado mes de enero.
La actuación de la banda estuvo precedida por un concierto pundonoroso de Ricardo Vicente, un buen amigo de Rodríguez con quien el catalán grabó un disco conjunto en 2011, en el que también participó como tercero en discordia Francisco Nixon.
El evento resultó satisfactorio para todos. Tanto el artista como el público asistente, quizá porque The New Raemon no fue ‘moroso’ con la interpretación de sus clásicos, hasta el punto de atreverse a echar el cierre con ‘A Propósito de Garfunkel’, el tema con que hizo sus primeros pinitos en solitario.
Al final de una hora y media intensa y emotiva Rodríguez prometió volver a Madrid muy pronto. Lo hará, «aunque tenga que sacarse un pasaporte nuevo», según dijo. Afirmación que sus fans madrileños acogieron con una calurosa ovación.
