El Grupo Posadas, dirigido por Gastón Azcárraga, miembro de la poderosa familia mexicana propietaria de Televisa, se encuentra en sus horas más bajas. Hostigado por las denuncias de los pilotos y empleados de Mexicana de Aviación -empresa propiedad de la firma que suspendió actividades en agosto de 2010-, por los gastos y problemas de deuda que asedian a la compañía y por un litigio con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), Azcárraga afronta un escenario de cariz negativo que puede agravarse en los próximos meses. El Grupo Posadas, dirigido por Gastón Azcárraga, miembro de la poderosa familia mexicana propietaria de Televisa, se encuentra en sus horas más bajas. Hostigado por las denuncias de los pilotos y empleados de Mexicana de Aviación -empresa propiedad de la firma que suspendió actividades en agosto de 2010-, por los gastos y problemas de deuda que asedian a la compañía y por un litigio con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), Azcárraga afronta un escenario de cariz negativo que puede agravarse en los próximos meses.
La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) presentó hace unas semanas ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia penal contra el Grupo Posadas, del que Azcárraga es dueño, al que acusa de ser responsable directo de la crisis financiera y comercial que atraviesa la aerolínea Mexicana de Aviación. Desde el sindicato, acusan al empresario de haber ocultado información vital que habría podido evitar la caída en desgracia de la compañía aérea, que suspendió toda actividad en agosto de 2010.
La PGR ha aceptado la denuncia y ya ha recogido las pruebas presentadas por la ASPA y sus abogados. Según señalan los expertos, el siguiente paso que tomará el organismo será el de consultar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) mexicana, con el objetivo de dilucidar si efectivamente Azcárraga ocultó información relevante sobre la marcha de la aerolínea y si por tanto violó la Ley del Mercado de Valores. Mientras, los pilotos preparan pruebas para presentar otras cuatro denuncias contra Azcárraga y su grupo.
En el año 2010, la aerolínea Mexicana de Aviación entró virtualmente en quiebra financiera, y tras una larga agonía en la que el Estado mexicano se negó a rescatar a la empresa, debido a los altos costes en que hubiera tenido que incurrir para hacerlo, declaró la suspensión de toda actividad el 27 de agosto de 2010. Por ahora, no ha aparecido ningún inversor dispuesta a rescatarla.
Por otro lado, además, según se acaba de hacer público, los gastos del Grupo Posada se han disparado en el último año, lo que podría afectar a los resultados finales de la compañía. Concretamente, los gastos aumentaron en 2010 un 24% con relación al 2009, un desembolso que se dedicó principalmente al área de la presidencia, cargo de Gastón Azcárraga, y de la presidencia, en manos de Rubén Camiro.
La apurada situación financiera del Grupo podría hacer incluso que peligraran algunos de sus proyectos de inversión, ya que además se encuentra inmerso en otro litigio con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que le reclama pagos fiscales no realizados entre 2004 y 2008 por valor de más de mil millones de pesos.
