El Gobierno de Argentina ha mandado al senado pidiendo un acuerdo para designar a tres directores en el Banco Central. Según Clarín, es una iniciativa del ministro de Economía, Axel Kicillof, pues los candidatos trabajan con él. Además tienen menos de 35 años. El Gobierno de Argentina ha mandado al senado pidiendo un acuerdo para designar a tres directores en el Banco Central. Según Clarín, es una iniciativa del ministro de Economía, Axel Kicillof, pues los candidatos trabajan con él. Además tienen menos de 35 años.
Los nombres propuestos son los de Alejandro Formento, Mariano Beltrami y Bárbara Domatto Conti y la iniciativa se conoce un día después de que Alejandro Vanoli, titular del Banco Central, admitiera que nombró a su hijo y su pareja en la entidad, cosa que niegan en el organismo.
Otro dato que debe tenerse en cuenta es que en el procedimiento formal, el Poder Ejecutivo debería dar a conocer estas designaciones a través de un decreto. Pero hasta ayer ello no había sucedido. Al parecer, y por el momento, el Gobierno solo ingresó el expediente al Congreso.
Los tres propuestos y subalternos del ministro de Economía argentino son Alejandro Formento, abogado y a día de hoy asesor de uno de los directores del banco, German Feldman. Tiene 35 años y goza de licencia de la Defensoría General de la Ciudad.
Mariano Beltrami es un economista de 30 años que trabaja en el Palacio de Hacienda desde hace cinco años. En septiembre de 2014 fue nombrado director de Análisis del Sector Externo de la Dirección Nacional de Política Macroeconómica que depende de la Secretaría de Política Económica y Planificación del Desarrollo del Ministerio de Economía, bajo la órbita de Emmanuel Alvarez Agis.
Beltrami es un defensor acérrimo de la intervención del Banco Central de la Reserva de Argentina (BCRA) en el mercado financiero y del cepo al dólar (o al menos así lo manifestó en un artículo de 2013 publicado en Ámbito Financiero).
Por su parte, Bárbara Domatto Conti, que no llega a los 30 años, es actuaria y también trabaja en Economía. Además es directora por el Estado en el BICE. Participó en la negociación de la deuda con el Club de París y tuvo un paso fugaz por el Banco Central: durante tres meses estuvo en la mesa de dinero del banco como “observadora” de las operaciones del equipo que por aquel entonces conducía el subgerente General de Operaciones, Juan Basco, un histórico de la entidad que abandonó intempestivamente su cargo en febrero.
Si bien Conti había sido enviada al banco por Kicillof para “aprender” en la mesa de la entidad todos la veían como un “topo” de Kicillof: se la recuerda como “la chica que nunca saludaba”.
Lo que busca Kicillof es rodear a Vanoli de aliados que respondan sus órdenes. Esto ocurre a pocos meses de las elecciones presidenciales. El titular del Central tiene mandato hasta 2019 pero si prospera la iniciativa de Kicillof, los tres directores se quedarían seis años.
