Hace tiempo que empezamos a recomendar a nuestros lectores que estuvieran atentos a la nueva música que se hace en Perú. A propuestas renovadoras y estimulantes como aquellas en las que participa Katia de la Cruz, como Las Amigas de Nadie o Moldes. Hace tiempo que empezamos a recomendar a nuestros lectores que estuvieran atentos a la nueva música que se hace en Perú. A propuestas renovadoras y estimulantes como aquellas en las que participa Katia de la Cruz, como Las Amigas de Nadie o Moldes.
En Moldes, Katia lleva la voz cantante, toca los sintetizadores y comparte el trabajo con Efrén Castillo, guitarra y voz; José Dammert, bajo y Ernesto Velarde, batería. Un cuarteto integrado y combativo que publicó su primer disco en 2010 y sigue dando guerra desde entonces.
Su camino creativo no transcurre por vericuetos fáciles. Hay mucha improvisación, un cierto gusto por el ruido, y por la creación de ambientes y atmósferas en las que el desasosiego y las circunstancias ‘incómodas’ tienen, a veces un espacio propio.
Para conseguirlo, los componentes de Moldes manejan a la vez elementos contemporáneos, relacionados con las texturas que aportan los instrumentos electrónicos, y los recursos básicos que se relacionan con las bandas del rock de toda la vida.
En los últimos tiempos, el cuarteto ha evolucionado y pulido sus aristas sonoras gracias al uso de una sensibilidad más relacionada con las férreas normas que imponen el formato canción y los recursos habituales del pop que marcan su último trabajo ‘Aguas de Marte’.
Los límites le han sentado bien a la música de esta interesante banda que, desde nuestro punto de vista, parece lista para traspasar las fronteras. Y en ello están desde hace tiempo. Ya han actuado en varias ciudades europeas y prometen volver pronto.
