Entre el folk y el jazz y, en cualquier caso, por medio de un acercamiento rabiosamente personal, contemporáneo y sin complejos al formato canción. Así, más o menos, es la música de Milena L’Argentiere, una cantautora argentina joven que ya brilla con luz propia. Entre el folk y el jazz y, en cualquier caso, por medio de un acercamiento rabiosamente personal, contemporáneo y sin complejos al formato canción. Así, más o menos, es la música de Milena L’Argentiere, una cantautora argentina joven que ya brilla con luz propia.
Para constatarlo basta darse una vuelta por su página de bandcamp y escuchar Movimiento, su primer trabajo. Una intensa e interesante colección de canciones que vuelve a dar sentido a la vieja frase hecha y demostrar aquello de que ‘menos es más’.
Parte del mérito de esta atractiva oferta sonora corresponde al guitarrista Pablo Butelman, un fino estilista de las seis cuerdas de acero que ha ayudado a Milena a vestir sus temas con unos arreglos ajustados al milímetro.
No hacen falta demasiadas especias para aderezar una materia prima de primera calidad como la que estos dos artistas han manejado aquí. Unas melodías suaves, pero memorables, y unos textos que se sitúan en general muy por encima de la media.
Además, la voz de Milena, dulce y sin estridencias, ayuda mucho a generar ese ambiente de confesiones íntimas que se crea cuando sus temas se expanden en cualquier habitación a través de unos altavoces. Ella tiene cosas que decir y es un placer escucharla.
A veces, no siempre, las mejores cantantes no son aquellas cuyas poderosas gargantas pueden romper el cristal con esos agudos penetrantes que proporciona el virtuosismo. A veces, no siempre, las mejores cantantes son aquellas que conocen bien las historias que cuentan. Y saben contarlas.
