Todavía veinteañera, la saxofonista chilena Melissa Aldana, podría dar lugar a algún equívoco y ser confundida con una nueva estrella del rutilante panorama pop chileno, que tanta proyección internacional ha conseguido últimamente. Todavía veinteañera, la saxofonista chilena Melissa Aldana, podría dar lugar a algún equívoco y ser confundida con una nueva estrella del rutilante panorama pop chileno, que tanta proyección internacional ha conseguido últimamente.
Pero no. O a lo mejor sí, según como se mire. Lo cierto es que Melissa se dedica a fabricar otra música, también emocionante, desde luego. Lo suyo es el jazz con mayúsculas, y defendiéndolo y en busca de su propio espacio ha recorrido ya los escenarios de medio mundo.
Es verdad que partía con cierta ventaja. Al fin y al cabo, tuvo su primer contacto con el instrumento a través del que se expresa con sólo seis años. Y recibió, además sus primeras lecciones de un maestro excepcional. Nada menos que su propio padre, el también saxofonista, Marcos Aldana.
Desde entonces ha llovido ya una cuantas veces en el planeta tierra, por supuesto. Y también ha recibido unas cuantas lecciones más, en este caso, de los grandes profesores de Berklee. Claro que toda esa técnica no serviría de gran cosa, si no estuviéramos ante alguien que tiene mucho que expresar y una idea clara de cómo hacerlo.
Quizá por eso, la afición y la crítica internacional han saludado con elogios su trabajo discográfico. En especial su última referencia, titulada ‘Melissa Aldana & Crash Trio’, el tercero ya que publica como líder y que ha grabado con la ayuda de otros dos instrumentistas competentes, el bajista chileno Pablo Menares y el batería cubano Francisco Mela.
Un álbum emocionante, con temas compuestos a medias por los tres componentes del trio y un par de ‘covers’ de relumbrón. ‘You’re My Everything’ de Harry Warren y ‘Ask Me Now’ de Thelonious Monk. Dos versiones que son en si mismas toda una declaración de principios.
