Delegados del Gobierno y de la oposición de Venezuela se reunirán el domingo 30 de octubre en la isla Margarita, en el inicio de un diálogo para superar la crisis del país, según anunció hoy el grupo facilitador encabezado por el enviado del Vaticano, Emil Paul Tscherrig. Delegados del Gobierno y de la oposición de Venezuela se reunirán el domingo 30 de octubre en la isla Margarita, en el inicio de un diálogo para superar la crisis del país, según anunció hoy el grupo facilitador encabezado por el enviado del Vaticano, Emil Paul Tscherrig.
El anuncio coincidió con la visita al Vaticano del presidente Nicolás Maduro, quien se reunió con el papa Francisco, al término de una gira por varios países productores de petróleo para reflotar el precio del barril.
La facilitación del diálogo por fin llevará a la mesa de conversación al Gobierno y la oposición, después de varios intentos infructuosos, aunque miembros de la oposición se mostraron desconfiados ante el anuncio.
En este sentido, el líder opositor Henrique Capriles negó que se haya iniciado un diálogo para superar la crisis y señaló que siguen vigentes las manifestaciones convocadas para protestar por la suspensión del referéndum contra Maduro.
«Vemos que se habla de un diálogo. ¿Cuál? En Venezuela no se ha iniciado ningún diálogo. Cuidado monseñor. Aquí (en la declaración de los facilitadores) no se habla de lo que vivimos los venezolanos, del hambre, de la falta de medicinas, de los presos políticos, del golpe de Estado que acaban de dar», señaló.
Los facilitadores emitieron una declaración que leyó Tscherrig acompañado por los ex presidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de Panamá, Martín Torrijos, y de República Dominicana, Leonel Fernández, quienes participan en una misión avalada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Tscherrig, enviado del Vaticano para el diálogo, dijo que las conversaciones arrancarán el domingo en una reunión «plenaria» en Margarita.
El objetivo del encuentro es iniciar el trabajo entre representantes del Gobierno y de la oposición para avanzar en «la creación de un clima de confianza, superación de la discordia y promoción de un mecanismo que garantice la convivencia pacífica». Asimismo, hizo un llamado a los representantes para que los acuerdos alcanzados se cumplan.
«Para facilitar el trabajo del Gobierno y la oposición se presentó una propuesta a los acompañantes, con las premisas, temas, metodología y cronograma de diálogo, basado en la reuniones exploratorias», explicó.
Además, Tscherrig subrayó que acordaron trabajar en conjunto sobre las «condiciones para garantizar la seguridad y el desarrollo pacífico y democrático de las manifestaciones públicas previstas para los próximos días», en alusión a la movilización llamada «Toma de Venezuela» en protesta por la suspensión del referéndum.
El secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, dijo que el diálogo no puede ser visto como una estrategia de quienes están en el poder para ganar tiempo, sino como un «espacio de lucha para construir un mejor país».
«Es necesario que los venezolanos resignifiquemos la palabra diálogo. No puede seguir significando una estrategia del Gobierno para ganar tiempo, ni un mecanismo de la oposición», señaló.
El dirigente opositor Leopoldo López informó que Torrijos lo visitó el domingo en su celda de la cárcel de Ramo Verde, donde cumple una condena de casi 14 años por instigar las protestas contra el Gobierno en 2014, y le señaló que no es posible el diálogo con el Gobierno tras la suspensión del referéndum.
La oposición convocó la protesta para el miércoles, cuando debía comenzar la recolección de firmas de electores para activar el referéndum. Siete tribunales penales ordenaron la suspensión, al admitir una denuncia del oficialismo sobre un presunto fraude con las firmas recolectadas anteriormente.
En la jornada, Maduro sostuvo una reunión privada con el papa, que describió como «muy profunda, muy espiritual», al tiempo que agradeció haber tenido la oportunidad de conversar con «un papa con gran conciencia sudamericana».
En declaraciones al canal oficial venezolano Telesur desde el Vaticano, Maduro dijo que conversó con el papa argentino sobre la situación de América Latina y del mundo en general, en medio de la crisis que atraviesa Venezuela por la profunda división entre el Gobierno bolivariano y la Asamblea Nacional, bajo control de la oposición, y la suspensión del referéndum presidencial.
El mandatario dijo que se trató de una «conversación privada muy cálida» y que el papa «está orando por Venezuela, por su paz y su seguridad».
En Caracas, Capriles se refirió al anuncio hecho por los facilitadores del diálogo, en torno a que el domingo arrancará un diálogo entre el Gobierno y la oposición.
«Yo le digo al papa Francisco: Aquí nosotros estamos lidiando con el diablo, la lucha de los venezolanos es contra unos diablos», dijo Capriles en una programa de radio.
Agregó que es de la idea de ir a un diálogo con el Gobierno, pero que en esta ocasión solo iría por el papa.
«Maduro es capaz de mentirle al papa, de burlarse del papa. El papa sabe lo que está pasando en Venezuela», señaló.
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