Los presidentes de El Salvador y Honduras, Salvador Sánchez Cerén y Juan Orlando Hernández, respectivamente se han reunido con su homólogo nicaragüense Daniel Ortega y han criticado sus faraónicos proyectos. Ambos mandatarios los ven inviables. Los presidentes de El Salvador y Honduras, Salvador Sánchez Cerén y Juan Orlando Hernández, respectivamente se han reunido con su homólogo nicaragüense Daniel Ortega y han criticado sus faraónicos proyectos. Ambos mandatarios los ven inviables.
El antiguo canciller y presidente del Partido Liberal Independiente (PLI), Eduardo Montealegre, se ha unido a sus críticas y ha añadido que “antes de hablar de proyectos como la construcción de zona de libre comercio, un ferri y una zona turística, lo primero que se debe hacer es delimitar las fronteras de cada país en el Golfo”.
Por su parte, al diputado opositor Pedro Joaquín Chamorro le ha parecido una “excelente iniciativa” las propuestas de Nicaragua, Honduras y El Salvador, de hacer varios proyectos comunes en el Golfo de Fonseca, porque sería un buen lugar para llevar a cabo proyectos comunes.
Mientras que el diputado del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) José Figueroa, ha hablado de las bondades de este acuerdo, que convertirá el Golfo de Fonseca en una zona de desarrollo económico.