La Confederación de Estudiante de Chile ha reconocido haber cometido ciertos errores en cuanto al enfoque de su movimiento y ha prometido comenzar un 2012 con una nueva estrategia, con el fin de seguir luchando por sus objetivos y mantener la presión sobre el Gobierno de Sebastián Piñera. La Confederación de Estudiante de Chile ha reconocido haber cometido ciertos errores en cuanto al enfoque de su movimiento y ha prometido comenzar un 2012 con una nueva estrategia, con el fin de seguir luchando por sus objetivos y mantener la presión sobre el Gobierno de Sebastián Piñera.
“El ejecutar manifestaciones semana a semana y la poca relación con otros actores sociales, como los estudiantes de secundaria y los trabajadores, han sido nuestros principales errores”, reconoció el líder de la Federación de Universidad de Santiago de Chile, Camilo Ballesteros, durante el último encuentro de la Confech, que tuvo lugar este fin de semana en Concepción.
Allí también se habló del Congreso refundacional de la confederación, que está previsto en febrero y marzo próximos, con el objetivo de aprobar una nueva estructura organizacional que abarque a un mayor grupo de estudiantes. De hecho se aprobó que tengan cabida en la Confech las universidades privadas y las organizaciones de estudiantes secundarios.
A pesar de ello, el movimiento estudiantil ha reconocido que no se darán por perdidos y han vuelto a convocar dos nuevas manifestaciones. La primera de ellas para el próximo 22 de diciembre y la segunda será ya en el nuevo año, el 7 de enero.
Por otro lado, continúa el recelo de Camila Vallejo de aceptar su derrota en las elecciones de la Federación de los Estudiantes de la universidad de Chile (Fech) y afirmado que a su sucesor, Gabriel Boric, “le regalaría un poquito más de humildad. Creo que partió un poco soberbio, se le va a ir pasando y espero que así sea. Hay que sacarse un poco la soberbia para llegar más a la gente, eso creo que le regalaría, un poco más de humildad».
Pero Vallejo no sólo ha criticado a Boric, sino que también ha ‘atacado’ al presidente, Sebastián Piñera, y al ministro de Educación, Felipe Bulnes. “Al Jefe de Estado le daría un curso de marketing o una asesoría comunicacional, mientras que al titular de Educación le obsequiaría una botella de alcohol para que lo ablande como persona, políticamente, el corazón, la cabeza y que entienda que esto no es una guerra contra el gobierno».
Ya son más de siete meses lo que dura este conflicto que se encuentra estancado, ya que no existe ningún tipo de acercamiento entre estudiantes y Gobierno.
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