El anuncio del presidente de Chile, Sebastián Piñera, de impulsar un plan estratégico para el desarrollo energético en los próximos 20 años, ha indignado a los ecologistas chilenos por los problemas medioambientales que provocará este proyecto en zonas naturales del país. El anuncio del presidente de Chile, Sebastián Piñera, de impulsar un plan estratégico para el desarrollo energético en los próximos 20 años, ha indignado a los ecologistas chilenos por los problemas medioambientales que provocará este proyecto en zonas naturales del país.
Una de las primeras críticas ha llegado por parte de los miembros del Consejo de Defensa de Patagonia, una de las regiones afectadas por la construcción de hidroeléctricas, que han considerado la propuesta del gobernante chileno como lamentables al tratarse de un grave intervencionismo político en la zona.
El mandatario chileno explicó que el plan energético se basaba en 8 grandes pilares formados, entre otros, por el impulso a la eficiencia energética, a las energías renovables, la hidroeléctrica y la termodinámica. El anuncio se realizó durante la Cena Anual de la Energía.
Muchos defensores de los ecosistemas chilenos han criticado el discurso del presidente. Una de estas personas es Sara Larraín, del Programa Chile Sustentable, que ha asegurado a la publicación chilena El Mostrador, que el plan del gobernante chileno genera un clima de indignación, yendo en contra de la democracia chilena, sacrificando a la gran mayoría que rechaza las represas en Patagonia, el desarrollo nuclear y la aguda concentración empresarial en el sistema de generación energética.
Piñera tuvo ocasión de hablar del medioambiente durante y aseguró que la realización del proyecto no consistía en escoger entre la electricidad o la Patagonia. Afirmó que el Gobierno no iba a renunciar a aprovechar las riquezas del país y se haría con inteligencia cumpliendo las normativas medioambientales.
El presidente argumentó que con este plan energético el mercado eléctrico de Chile será mas transparente y competitivo, además de impulsar una interconexión regional con el resto de países de América del Sur.