Las empresas de telecomunicaciones de Chile han expresado su preocupación por una nueva Ley de antenas que ha aprobado el gobierno que preside Sebastián Piñera. Al parecer, la nueva norma les obligaría a quitar las antenas instaladas en áreas sensibles como escuelas y hospitales. Algunos analistas creen que el mandatario ha querido hacer un guiño a los ecologistas, un colectivo que también se le ha puesto enfrente por sus planes de desarrollo energético. Las empresas de telecomunicaciones de Chile han expresado su preocupación por una nueva ley de antenas que ha aprobado el gobierno que preside Sebastián Piñera. Al parecer, esta ley les obligaría a quitar las antenas instaladas en áreas sensibles como escuelas y hospitales.
La semana pasada el Senado chileno aprobó una ley que regulará la instalación de antenas de telefonía móvil en virtud de leyes de salud ambiental y recomendaciones de la OMS. Sin embargo, los cuatro operadores móviles del país –Movistar, Claro, Entel y Nextel solicitaron por carta al presidente Piñera que impugnara el artículo 5 de esta ley, que la consideran anticonstitucional.
Las compañías han advertido que esta medida podría tener un impacto negativo en el servicio en determinadas áreas. Para ellos, esta ley podría mermar el suministro de cobertura podría en determinadas zonas.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, finalizó el pasado año con la tasa más baja de popularidad desde que llegó al Gobierno en marzo del 2010. Piñera está teniendo también problemas con los ecologistas y los estudiantes.
Los primeros están indignados por el plan de desarrollo energético de Chile que según ellos provocará problemas medioambientales en zonas naturales del país. Los ecologistas son reacios a la construcción de represas en Patagonia, al desarrollo nuclear y la aguda concentración empresarial en el sistema de generación energética. Un núcleo en el que, además, se encuentran algunas compañías reputadas por los críticos con Piñera como posiblemente cercanas a los propios intereses individuales del político.
Por su parte los estudiantes, movilizaron al país en octubre de 2011 para presionar en sus medidas en materia de educación. Además, ganaron al presidente en un referéndum no vinculante sobre educación, que votaron un millón de chilenos y que desaprobaba su gestión.
