Luiz de Mendoça, el ejecutivo responsable de los proyectos internacionales de Braskem, ha confirmado la intención de la empresa de realizar fuertes inversiones tanto en México como en EEUU. La petroquímica brasileña, que aspira a incluirse entre las cinco más grandes del mundo en 2020, estudia tres fábricas de etileno y polietileno en México, lo que representaría una inversión de 2.500 millones de dólares. Luiz de Mendoça, el ejecutivo responsable de los proyectos internacionales de Braskem, ha confirmado la intención de la empresa de realizar fuertes inversiones tanto en México como en EEUU. La petroquímica brasileña, que aspira a incluirse entre las cinco más grandes del mundo en 2020, estudia tres fábricas de etileno y polietileno en México, lo que representaría una inversión de 2.500 millones de dólares.
Los datos provienen del diario Valor, que cita fuentes de la propia empresa sin detallar más datos. En el país azteca, en asociación con la empresa nacional Idesa, con la construcción de las tres nuevas fábricas, tendrá la capacidad de producir un millón de toneladas anuales de etileno y polietileno. Braskem, que se dedica principalmente al plástico, destinaría a esta cuestión cerca de 2.500 millones de dólares (1.750 millones de euros).
El periódico Valor sostiene que la inversión en Estados Unidos, que se prevé sume 1.500 millones de dólares (unos 1.050 millones euros), sería para la ampliación de tres plantas industriales ya en funcionamiento y que producen cerca de un millón de toneladas de polipropileno al año, indicó Valor.
Según cálculos del periódico, esas inversiones le garantizarían a Braskem, considerada hoy la octava petroquímica del mundo, un lugar entre las cinco mayores empresas del ramo.
Braskem ya es la mayor productora de resinas termoplásticas de América Latina y posee 31 plantas industriales distribuidas entre Brasil y Estados Unidos, en las que produce más de 15 millones de toneladas de productos petroquímicos al año.