Las previsiones de los analistas brasileños sobre el crecimiento del país se reducen desde mayor, poco antes del comienzo del Mundial de Fútbol de Brasil. El Gobierno de Dilma Rousseff espera que la celebración suponga un impulso para la economía del país latinoamericano. Las previsiones de los analistas brasileños sobre el crecimiento del país se reducen desde mayor, poco antes del comienzo del Mundial de Fútbol de Brasil. El Gobierno de Dilma Rousseff espera que la celebración suponga un impulso para la economía del país latinoamericano.
La última actualización de la expansión económica, actualizada semanalmente por los analistas que consulta el Banco Central de Brasil, se ha visto reducida hasta el 1,44%. Así lo comenta, al menos, la prensa latinoamericana.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que cuando Brasil fue escogido para acoger el Mundial de este año fue el impacto positivo que tendría sobre la economía. Según proyecciones oficiales no revisadas, el país espera que lleguen 600.000 turistas extranjeros y un impacto del evento de unos 13.458 millones de dólares en el Producto Interior Bruto (PIB) del país.
Por sectores, los más beneficiados serían la hostelería, la aviación, los restaurantes, las agencias de viajes, las transportadoras turísticas y las pequeñas empresas. A pesar de este optimismo, la economía del país latinoamericano (prácticamente) ha quedado estantalada para el primer trimestre del año.
