La constructora española Dragados guarda silencio ante la petición del senador mexicano del PRD, Graco Ramírez, que ha pedido a la compañía estatal Pemex que no otorgue un tercer contrato por más de 600 millones de dólares en la Refinería de Salina Cruz. La constructora española Dragados guarda silencio ante la petición del senador mexicano del PRD, Graco Ramírez, que ha pedido a la compañía estatal Pemex que no otorgue un tercer contrato por más de 600 millones de dólares en la Refinería de Salina Cruz.
Según ha asegurado Ramírez a los medios de comunicación locales la compañía española ha provocado pérdidas a Pemex en la reconfiguración de la refinería de Minatitlán y ha incumplido los plazos firmados por ambas empresas para la realización y finalización de las obras.
El senador mexicano ha indicado que ha presentado esta denuncia ante el ex director de la paraestatal Jesús Reyes Heroles, y ha realizado un llamamiento al actual presidente de Pemex, Juan José Suárez Coppel, para que no otorgue más contratos a Dragados.
Además, Graco Ramírez ha advertido a los actuales directivos de Pemex que si deciden otorgar a Dragados un tercer contrato en la Refinería de Salina Cruz, para gasolinas limpias, estaría cometiendo con ello un fraude y ha asegurado que sus sospechas apuntan a que puede haber intereses ocultos dentro del Gobierno de Felipe Calderón para tener cierto interés en favorecer a esta empresa española.
