Isabel Vinardell & Isabelle Laudenbach

A veces basta con una voz y una guitarra para crear un clima evocador que haga viajar al oyente por inesperados parajes llenos de belleza sonora. Una apuesta arriesgada, pero ganadora, que Isabel Vinardell, la cantante, y Isabelle Laudenbach, la guitarrista, han llevado al límite. A veces basta con una voz y una guitarra para crear un clima evocador que haga viajar al oyente por inesperados parajes llenos de belleza sonora. Una apuesta arriesgada, pero ganadora, que Isabel Vinardell, la cantante, y Isabelle Laudenbach, la guitarrista, han llevado al límite en su primer trabajo.

Hay más. Esencialidad, minimalismo, confianza en la palabra, como principio y fin de todo, y algunas sonoridades reconocibles extraídas de esa tradición flamenca en la que Laudenbach empezó a instruirse en su Francia natal, antes de desembarcar en Barcelona e integrarse en la primera formación de Las Migas, donde también militó Silvia Pérez Cruz.

Y también la voz, claro. Una voz que elude el grito y parece imbuida en la placidez de las olas calmadas del inmenso mar. El Mediterráneo, por supuesto, cuya influencia se aprecia en unas melodías que adquieren movimientos airosos en la bella voz de Vinardell, que antes de cantar fue bailarina y recorrió medio mundo como componente de Cheb Balowski.

El álbum se llama ‘A solas’ y se publicó el pasado mes de octubre. Son sólo diez canciones, que se extienden a lo largo de 38 minutos de música evocadora e intemporal, y en la que, de vez en cuando, junto a los elementos básicos de los que ya hemos hablado, surgen otros aditamentos como las pinceladas discretas y agradables que proporcionan un cuarteto de cuerda o unas palmas.

Además, está el repertorio. Sorprendente siempre. Incluso cuando Vinardell y Laudenbach se atreven a realizar relecturas de canciones como ‘Algo Contigo’, tan conocidas y cantadas que parecería imposible que aún existieran posibilidades de encontrar un ángulo inexplorado que aporte novedad a su revisión.

Pero existe. Y ellas lo han encontrado. Porque si hay algo que podemos afirmar con rotundidad a la hora de recomendarles encarecidamente que se atrevan a escuchar a este impagable dúo, es que nada, o muy poco, de lo que van a oír les va a resultar obvio o reiterativo. En absoluto. Esta música es ‘nueva’, señores y señoras. Y merece la pena.

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