La empresa brasileña Eletrobrás compite con la estatal china Sinohydro para cooperar con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en la construcción de una planta hidroeléctrica en el país. Hasta el mes de marzo no se conocerá quien llevará a cabo el proyecto que busca convertirse en la mayor central hidroeléctrica de Centroamérica. La empresa brasileña Eletrobrás compite con la estatal china Sinohydro para cooperar con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en la construcción de una planta hidroeléctrica en el país. Hasta el mes de marzo no se conocerá quien llevará a cabo el proyecto que busca convertirse en la mayor central hidroeléctrica de Centroamérica.
El proyecto que plantee un menor coste por kilovatio a la hora conseguirá la asignación de la obra en colaboración con la estatal Instituto Costarricense de Electricidad, ya que la intención del Gobierno de Costa Rica es ambiciosa. Se pretende que la nueva planta hidroeléctrica tenga una capacidad generadora de 300 megavatios. Con este volumen se convertiría en la mayor planta de Centroamérica junto con el proyecto de El Cajón en Honduras.
La planta hidroeléctrica se construirá a 100 metros de altitud sobre el Río Reventazón en la zona del Caribe de Costa Rica y precisará de una inversión de 1000 millones de dólares, por lo que la estatal costarricense necesita un socio para llevar a cabo este proyecto.
La magnitud de la obra ha llevado a la empresa costarricense a señalar a Eletrobrás y Sinohydro como posibles colaboradoras, por ser las que más experiencia poseen en la construcción de este tipo de infraestructuras. En este sentido, el Instituto Costarricense de Electricidad destacó ante la prensa local el trabajo de Sinohydro en la Presa de las Tres Gargantas en China y la colaboración de Electrobrás en la construcción de la represa hidroeléctrica de Itaipú.
