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Tiene como objetivo impulsar el intercambio de bienes y servicios y el flujo bilateral de inversiones

El Parlamento Europeo aprueba el CETA

Parlamento Europeo

Tiene como objetivo impulsar el intercambio de bienes y servicios y el flujo bilateral de inversiones. Los eurodiputados aprobaron hoy el acuerdo económico y comercial global con Canadá (CETA, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo impulsar el intercambio de bienes y servicios y el flujo bilateral de inversiones. El histórico acuerdo podría aplicarse provisionalmente ya en abril, según recoge el servicio de prensa de la Eurocámara.

En realidad, el CETA se podrá aplicar de manera provisional el primer día del mes siguiente a que ambas partes se hayan notificado mutuamente la conclusión del proceso de ratificación. Pero Parlamento cree que, como pronto, la aplicación provisional comenzará el 1 de abril.

El acuerdo recibió el apoyo de 408 eurodiputados, mientras que 254 votaron en contra y 33 se abstuvieron. Pero, al haber sido declarado acuerdo mixto por la Comisión Europea en julio de 2016, también debe ser ratificado por los parlamentos nacionales y regionales.

El CETA eliminará los aranceles sobre los bienes y servicios más vendidos en Europa y Canadá y también establece el reconocimiento mutuo de las certificaciones para una amplia gama de productos.

Además, Canadá abrirá sus mercados federales y municipales de contratación pública, como ya lo están en Europa. Los proveedores europeos de servicios, desde el transporte marítimo a las telecomunicaciones e ingeniería, servicios ambientales y de contabilidad, tendrán acceso al mercado canadiense.

Sin embargo, siempre según la versión del servicio de prensa de la Eurocámara, durante las negociaciones, la UE garantizó la protección de más de 140 indicaciones geográficas europeas de alimentos y bebidas que se venden en el mercado canadiense. También se han incluido cláusulas sobre desarrollo sostenible para salvaguardar los estándares medioambientales y sociales y garantizar su refuerzo mediante el comercio y la inversión.

Además, para atajar la inquietud sobre el poder que el acuerdo otorga a las compañías multinacionales y sobre el derecho interno de los estados a legislar en ámbitos como la salud, la seguridad o el medioambiente, la UE y Canadá reconocerán en el preámbulo del texto y en una declaración anexa que éste se aplicará de manera provisional sin perjuicio del derecho de las autoridades nacionales a regular esas áreas.

El CETA tampoco suprimirá los aranceles en los ámbitos de servicios públicos y audiovisuales, transporte, y algunos productos agrícolas como lácteos, avícolas y huevos.

Como respuesta a la presión parlamentaria, el controvertido mecanismo de arbitraje para la resolución de disputas entre inversores y estados fue sustituido por un sistema de tribunales de inversión permanente para garantizar el control gubernamental en la designación de los mediadores y reforzar la transparencia.

Los eurodiputados también dieron su visto bueno al acuerdo estratégico de asociación entre la UE y Canadá (SPA, en inglés), complementario del CETA. El pacto aspira a incrementar la cooperación bilateral en diversos ámbitos no relacionados con el comercio, como la política exterior y de seguridad, la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, el desarrollo sostenible, la investigación y la cultura.

Dicho acuerdo estratégico fue aprobado con 506 votos favorables, 142 en contra y 43 abstenciones.

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