El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha dado un ultimátum a Petroecuador. Lejos de la lógica de otros mandatarios con quien ha sido comparado, como Hugo Chávez o Evo Morales, el mandatario ha advertido a la petrolera estatal de que o “empiezan a funcionar como una empresa eficiente o veremos si le damos la razón a los privatizadores y privatizamos Petroecuador”. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha dado un ultimátum a Petroecuador. Lejos de la lógica de otros mandatarios con quien ha sido comparado, como Hugo Chávez o Evo Morales, el mandatario ha advertido a la petrolera estatal de que o “empiezan a funcionar como una empresa eficiente o veremos si le damos la razón a los privatizadores y privatizamos Petroecuador”.
Correa ha cuestionado el trabajo que están realizando los gestores de la empresa pública, asegurando que la calidad de la gasolina que sirven a los ecuatorianos no es la debida. El mandatario ha hecho referencia al diesel, que tiene 7.000 partes por millón de azufre cuando la norma europea apenas acepta 10 partes por millón.
En este sentido, el presidente ecuatoriano ha culpado a la burocracia del mal funcionamiento de la empresa. “Es la que más razón da a los privatorizadores y neoliberales, es el típico comportamiento de un monopolio, no se preocuparon ni de mejorar la calidad de sus productos porque no tienen competencia y saben que haciendo bien o mal las cosas reciben el mismo cheque”, declaró.
Pero las declaraciones del mandatario han tenido respuesta entre los trabajadores de la petrolera. “El descalabro surgió después del despido de los 628 trabajadores, ahí la Refinería se quedó sin la mano de obra calificada para operar la maquinaria, a eso se suma la falta de repuestos y la falta de mantenimiento que se le da”, aseguró el presidente de la Federación de Trabajadores Petroleros, Ramiro Guerrero, que considera que los problemas de la empresa estatal se inició con la toma de control de la misma por parte de la Marina ecuatoriana.
Guerrero aseguró además que la mala de calidad de combustible no es una excusa para el cierre de la estatal. “Es al primer Gobierno que se le ha escuchado un pretexto como estos. No se puede decir que es por la mala calidad del diesel, este es importado porque la Refinería no está en la capacidad de producir toda la demanda. Además hay tres controles de calidad, en caso de que no estuviera en buen estado no podría pasar estos filtros”.
