El próximo día 31 acaba el periodo de presidencia de Guillermo Ortiz en el Banco Central de México. Para entonces, el presidente Felipe Calderon debe haber confirmado la reelección de Ortiz o presentar el nombre del próximo en ocupar el cargo; pero la lentitud con la que se está dando el proceso lleva a pensar que el actual presidente de Banxico no continuará en su cargo y le sustituirá el por ahora, secretario de Hacienda del Gobierno Mexicano, Agustín Carstens. El próximo día 31 acaba el periodo de presidencia de Guillermo Ortiz en el Banco Central de México. Para entonces, el presidente Felipe Calderon debe haber confirmado la reelección de Ortiz o presentar el nombre del próximo en ocupar el cargo; pero la lentitud con la que se está dando el proceso lleva a pensar que el actual presidente de Banxico no continuará en su cargo y le sustituirá el por ahora, secretario de Hacienda del Gobierno Mexicano, Agustín Carstens.
Sin embargo, que un ex miembro del Ejecutivo presida una institución que debe ser independiente causa suspicacias entre los partidos de la oposición del país.
Cualquiera sea la decisión que finalmente tome Felipe Calderón sobre quién ocupará la presidencia del Banco Central durante los próximos seis años, deberá presentarla esta semana, según han indicado desde el PRI opositor a Americaeconomica.com, para que después sea aprobada por el Senado mexicano.
El propio Carstens ha admitido estar dispuesto a ocupar el cargo de presidente del Banco Central mexicano en el caso de que Calderón decida designarlo. Medios de comunicación mexicanos han explicado que tanto el Partido Revolucionario Institucional, como el Partido por la Revolución Democrática no estarían de acuerdo con la decisión de que Agustín Cartens sea el nuevo presidente de Banxico.
Desde el PRD, el senador Graco Ramírez, ha opinado que, en caso de reelegirse a Ortiz, o de que la propuesta de Calderón sea en favor del hoy secretario de Hacienda, Agustín Carstens, lo único que representará será la continuidad de un esquema que no funciona.
Ramírez ha argumentado que si se quiere dar muestra de cambio debería entrar una gente que no fuese vinculada a una visión como la que tiene el Presidente, sino a una diferente, para que en el Banco de México se dé un cambio del modelo. Para Graco Ramírez un buen candidato para ocupar el puesto sería Francisco Suárez Dávila, quien fuera diputado del PRI y hoy es crítico del gobierno federal en materia económica.
Por otro lado, como argumentos a favor de la continuidad de Guillermo Ortiz al frente de Banxico están que el funcionario, de 61 años, ha destacado entre los banqueros centrales de mercados emergentes por bajar la inflación del país y modernizar su política monetaria. De resultar reelegido presidiría la institución durante seis años más, a sumar a los 11 que ya lleva en el cargo. Pero Ortiz no tiene muy buena relación con Calderón, ya que en los últimos meses se han dirigido criticas mutuas.
Por su parte, el secretario de Hacienda, Agustín Castens, es conocido en el exterior por haber ocupado el cargo de subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre el 2003 y el 2006. Carstens también ha sido director de Investigación Económica y jefe de Gabinete de la oficina del gobernador del banco central.