El Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha lanzado un plan nacional de exportaciones para revitalizar la decaída economía, que pretende buscar nuevos mercados donde colocar sus productos, como EEUU, China, la Unión Europea y la Alianza del Pacífico. El Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha lanzado un plan nacional de exportaciones para revitalizar la decaída economía, que pretende buscar nuevos mercados donde colocar sus productos, como EEUU, China, la Unión Europea y la Alianza del Pacífico.
Su idea es no dejar de lado al Mercado Común del Sur (Mercosur), al que pertenece junto a Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela, pero acercarse a otroas economías. Así, la propia Rousseff ha manifestado que este plan es “parte estratégica de nuestra agenda para volver a crecer. La participación activa e intensa del comercio internacional siempre va a difundir competitividad, va a estimular la generación de empleos y acelerar el crecimiento, resultado que todos deseamos para nuestra economía”.
Rousseff ha presentado la iniciativa en el Palacio de Planalto, junto al ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro. Allí, la presidenta ha considerado que aunque Brasil es la séptima economía mundial ocupa apenas el puesto 25 entre los mayores exportadores.
Monteiro, por su parte, ha explicado que el nuevo plan se sustentará en cinco pilares: el acceso a los mercados, la promoción comercial, la facilitación del comercio, la financiación y la garantía a las exportaciones y el perfeccionamiento de los mecanismos tributarios.
La Nación de Argentina señala que se han establecido 32 mercados de máxima prioridad y son EEUU, la Alianza del Pacífico (formada por Chile, Colombia, México y Perú), los tradicionales socios de Mercosur y los Brics (que además de a Brasil también incluyen a Rusia, India, China y Sudáfrica) con los que se pretende reducir regulaciones e impuestos.
