Fue el último bajista que formó parte del grupo de Paco de Lucía. Ya sólo por eso, el gran instrumentistas cubano Alain Pérez habría conseguido un merecido lugar en la historia de la música latina. Pero, por supuesto, Alain acumula otros méritos. Fue el último bajista que formó parte del grupo de Paco de Lucía. Ya sólo por eso, el gran instrumentistas cubano Alain Pérez habría conseguido un merecido lugar en la historia de la música latina. Pero, por supuesto, Alain acumula otros méritos.
Por supuesto, en primer lugar, habría que destacar que estamos ante un auténtico virtuoso que ha abierto caminos insospechados para la música de fusión gracias a la combinación del flamenco con el latido caribeño de los ritmos afrocubanos.
Además, Alain es un cantante y compositor solvente, que se maneja bien en los registros que explotaron antes algunos de sus ilustres antecesores como Benny Moré, por supuesto, pero también la mismísima Celia Cruz a la que ha rendido algún que otro homenaje.
En estos días, anda liado con la presentación de ‘Hablando con Juana’, un video reciente que anticipa la próxima publicación de un grupo de temas grabados en La Habana, que se enmarcan en la mejor tradición ‘salsera’ y aportan el correspondiente ‘sabor’ y buen hacer que se les supone.
Además, Alain es un activista de la música en directo y una presencia constante en los pequeños clubes de Madrid que engrandece con su participación. Así, es frecuente verle sobre los escenarios de locales como el Bogui Jazz, donde, por ejemplo, volverá a subirse esta misma noche y mañana.
En su opinión, recogida recientemente por algunos medios de comunicación, el mejor jazz latino se escucha en la capital de España, un lugar que considera mejor que Nueva York en este aspecto. Y si lo dice será cierto. Sobre todo porque esa posibilidad sólo es factible gracias al trabajo de músicos como él que, afortunadamente para nosotros, se han afincado en esta ciudad.
