El acuerdo entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), sellado en diciembre de 2024 tras más de dos décadas de negociaciones, ha sufrido un nuevo contratiempo. Pese a estar listo para su tramitación final, la Comisión Europea ha decidido congelar su avance. La razón no es técnica, sino política: la creciente oposición de ciertos Estados miembros y los equilibrios diplomáticos con potencias como EEUU están marcando el rumbo del tratado más ambicioso en política comercial de la UE.
Dos fuentes europeas han confirmado que el acuerdo UE-Mercosur ya ha sido validado por el servicio jurídico de la Comisión Europea y traducido a las 24 lenguas oficiales de la Unión. Este paso es necesario para poder someterlo al proceso de ratificación por los Estados miembros.
El documento debía enviarse al Consejo de la UE el pasado lunes, pero fue la propia presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, quien habría decidido aplazarlo. Según una de las fuentes, la dirigente alemana preferiría evitar fricciones en las negociaciones con EEUU o esperar a nuevas conversaciones con Emmanuel Macron antes de continuar.
Von der Leyen paraliza el proceso pese a que el texto ya ha superado todas las etapas legales y técnicas
Uno de los principales focos de resistencia al acuerdo viene de Francia, que ha dejado claro que no busca renegociarlo, pero sí añadir mecanismos de salvaguardia. Estos permitirían limitar las importaciones agrícolas si se detecta un perjuicio a sectores sensibles del mercado europeo.
“Queremos cláusulas que nos permitan proteger mercados agrícolas clave si se ven desestabilizados”, afirmó Macron tras la última cumbre europea celebrada el 27 de junio. Polonia, Austria, Países Bajos e Italia también comparten dudas, especialmente en torno a la competencia desleal de productos latinoamericanos.
Francia insiste en incluir cláusulas de salvaguardia para blindar al campo europeo frente a productos del Mercosur
A pesar de las presiones, la Comisión Europea descarta reabrir el texto, que fue cerrado en diciembre de 2024 tras años de ajustes y negociaciones políticas. Sin embargo, existe la posibilidad de que ciertos países formen una minoría de bloqueo en el Consejo, lo que complicaría su aprobación.
Para ello se necesitarían al menos cuatro Estados miembros que representen el 35% de la población de la UE. La posición de Polonia podría cambiar debido al reciente acuerdo comercial con Ucrania, que ha dejado a sus agricultores en desventaja por la liberalización del comercio con el país vecino.
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