La agencia ha recibido menos del 11 por ciento de los 73,3 millones de dólares (unos 620 millones de euros) para responder a la emergencia, con esfuerzos dirigidos específicamente a temas de sanidad, educación, agua y saneamiento, nutrición y protección de la infancia.
La directora de UNICEF para la región, Jean Gough, ha afirmado en un comunicado que «los niños, niñas y adolescentes de Haití siguen luchando por asimilar las consecuencias de un terremoto que hizo que se desmoronaran sus hogares, escuelas, instalaciones sanitarias y comunidades enteras».
Más de 2.000 personas perdieron la vida y la cifra de heridos ronda los 12.000. Los servicios de salid siguen en gran medida «interrumpidos» en la parte suroeste de Haití, la más golpeada por los temblores, y «muchas familias con niños, niñas y adolescentes tienen miedo de buscar tratamiento en los pocos centros de salud que quedan en pie».
Gough ha advertido de que «el acceso limitado al agua potable y a los servicios sanitarios básicos está poniendo en peligro vidas jóvenes», por lo que UNICEF trabaja no solo para recuperar los centros dañados sino también para ofrecer clínicas móviles.
«Si las familias con niños no pueden acceder a los centros de salud después del terremoto, es fundamental llevarles servicios sanitarios vitales para prevenir muertes», ha explicado la responsable de UNICEF. «Miles de ellos necesitan atención médica urgente y no podemos esperar a que se reconstruyan las instalaciones», ha añadido.