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El 79% de los venezolanos rechaza la gestión de Nicolás Maduro

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela

Si Maduro no lee encuestas, debería tomarse la molestia de por lo menos revisar la última de Datincorp, la misma que predijo que la MUD obtendría mayoría calificada el 6-D. Y la misma que hoy le da al Presidente unas cifras de rechazo sin precedentes. Si Maduro no lee encuestas, debería tomarse la molestia de por lo menos revisar la última de Datincorp, la misma que predijo que la MUD obtendría mayoría calificada el 6-D. Y la misma que hoy le da al Presidente unas cifras de rechazo sin precedentes.

El Presidente de la República debe estar de plácemes. Desde que inició su mandato hasta el sol de hoy, ha roto de manera consecutiva récords que ningún otro gobernante soñó ni en las peores pesadillas. Maduro rompió, verbigracia, el récord a la escasez más alta de la historia del país y la más alta del mundo: 82,3% de carencia de productos básicos, según cálculos de Datanalisis.

En el argot del béisbol, eso lo calificarían como un “doblete barre-bases”. Otros batazos barre-bases de Maduro: Caracas, la ciudad más peligrosa de América Latina y el mundo (119,87 homicidios dolosos por cada cien mil habitantes, según datos de Ecoanalítica); la inflación más alta del mundo (al menos 700% para 2016, según estimaciones del FMI); las declaraciones más insólitas de funcionarios gubernamentales en el mundo (cálculos propios: “no hay crisis”, “ahora sí vamos a resolver el abastecimiento”, “la culpa es de la guerra económica”, “la culpa es de El Niño y ahora viene La Niña”, “fue una iguana”, “fue un zamuro”, “fue un rabipelao”, etcétera); los aumentos de salario más fugaces del mundo (el 30% que decretó Maduro el fin de semana se lo devora la inflación de un mes); y el batazo que la sacó de home run, cruzó la frontera y llegó a Colombia: Su índice de rechazo.

Si Maduro no lee encuestas, que al menos se tome la molestia de leer a la única que acertó con precisión de cirujano los resultados de las elecciones del 6 de diciembre. Es Datincorp. Y los números que ofrece Datincorp en cuanto a los niveles de rechazo del Presidente de la República y su gestión, suben igualito que la inflación: Nada los detiene.

Dice Datincorp que el rechazo hacia Maduro evolucionó de la siguiente manera: En 2015, 76% en mayo, 77% en julio, 76% en septiembre, 74% en octubre y 75% en diciembre. El índice de abril de 2016:79% de rechazo a su gestión. Suficiente para entrar en el Salón de la Fama de los mandatarios con mayor rechazo de la historia.

Pero eso no se queda allí. El rechazo hacia una gestión de gobierno tiene sus consecuencias. Y es la pérdida de la paciencia. Algo que nadie quiere, pero que está latente. Dice Datincorp que frente a la situación del país, 67% afirma que “perderán la paciencia en cualquier momento”. La tendencia se incrementó seis puntos con respecto a enero del año 2016, y once puntos con respecto a diciembre del año 2015. Casi nada.

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