Según el sondeo, la amnistía es rechazada por «el 62 por ciento» frente al 33 por ciento que dice estar a favor, el cinco por ciento que no sabe opinar y el uno por ciento que se muestra indiferente.
Los porcentajes son similares a los de la última vez que se preguntó a los brasileños por el tema.
El 8 de enero de 2023, una semana después de la toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, miles de simpatizantes de la extrema derecha invadieron los edificios del Congreso Nacional, el Tribunal Supremo Federal y el Palacio del Planalto (sede del Gobierno) para intentar interrumpir su Gobierno.
En los últimos meses, el Tribunal Supremo ya condenó a más de 300 personas (la mayoría detenidas en la propia plaza donde ocurrieron los actos vandálicos) y las sentencias varían entre tres a 17 años de cárcel.
Parlamentarios de la extrema derecha intentan desde hace tiempo aprobar un proyecto de ley para amnistiar esos delitos.
Sin embargo, la posibilidad de una amnistía ha ido perdiendo fuerza con el paso del tiempo; por el atentado frustrado que se vivió en Brasilia en noviembre de este año (un hombre hizo estallar un vehículo y luego se suicidó frente al Supremo) y por las investigaciones respecto a los planes golpistas durante el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022).
La Policía Federal acusó al expresidente, a varios exministros y militares de haber ideado un golpe de Estado después de haber perdido las elecciones de 2022; el plan incluía, en última instancia, el asesinato de Lula y otras autoridades del Estado.