Fernández, que ha vuelto a comparecer por videoconferencia, ha asegurado que el cometido de este proceso es «estigmatizar» a su Gobierno y tratar de ensombrecer los «logros» obtenidos, presuntamente con «mentiras» que ella misma ha tratado de exponer tanto en el tribunal como en redes sociales.
En su cuenta de Twitter, ha publicado «las veinte mentiras de la Causa Vialidad’, con las que pretende hacer ver que las acusaciones carecen de fundamento. Así, se desvincula de órdenes, visitas y procedimientos que, en opinión de la Fiscalía, sí acreditan las corruptelas.
«La sentencia está escrita, pero nunca pensé que iba a estar tan mal escrita», ha lamentado en su comparecencia de este martes, que ha durado unos 20 minutos y en la que ha vuelto a hablar de «partido judicial» para alertar de la supuesta persecución política contra ella, según los medios locales.
Fernández se sienta en el banquillo como supuesta partícipe en una trama ilegal para defraudar al Estado mediante la concesión de obras públicas en Santa Cruz, junto a más de una decena de acusados. El Ministerio Público estima en 5.321 millones de pesos (unos 31 millones de euros al cambio actual) la cantidad defrauda por una red que salpica también al difunto marido de la vicepresidenta, Néstor Kirchner, y a exfuncionarios como el exministro Julio de Vido.
El Ministerio Público ha solicitado doce años de cárcel contra Fernández, para la que también ha reclamado la inhabilitación política de por vida, si bien el resultado final variará en función no sólo de si es culpable o inocente sino también de hasta qué punto considera el juez que la expresidenta encabezó una asociación delictiva.