El ministro de Sanidad de Brasil, Luiz Henrique Mandetta, ha abordado la actitud del presidente, Jair Bolsonaro, sobre las directrices dadas por las autoridades sanitarias para hacer frente a la pandemia de coronavirus y ha alertado de que esto ha provocado que el brasileño «ya no sepa a quién hacer caso».
En una entrevista al portal de noticias G1, Mandetta ha reiterado la importancia de mantener una distancia de seguridad de más de dos metros «bajo cualquier circunstancia», si bien ha asegurado que por el momento ningún miembro de su equipo ha dado positivo.
«Cuando protegemos a nuestra familia, estamos protegiendo a la familia de todos», ha destacado sobre la imposibilidad de permanecer aislado y restringir al máximo el contacto con amigos y familiares.
Tal y como ha señalado, Brasil cuenta ya con cerca de un millar de muertos y más de 22.300 casos confirmados de Covid-19, por lo que las autoridades «consideran que los meses de mayo y junio serán los más difíciles para las ciudades».
«Tenemos diferentes realidades. No podemos comparar a Brasil con un país pequeño, como España, Italia, Grecia, Macedonia del Norte e incluso Reino Unido. Somos el continente mismo. Sabemos que serán días difíciles. Ya sea con nosotros o con cualquier otra persona. Mayo, junio, y en algunas regiones incluso julio», ha explicado.
Así, ha lamentado que en esos días precisamente será cuando la población se «arrepentirá de no hacer lo que tenía que hacer» y el sistema está «colapsado». «Siempre habrá quien diga que las cosas se hicieron mal», ha afirmado.
«Habrá una confrontación entre lo que somos y hacia dónde queremos ir durante los próximos meses. Llevará de dos a tres meses cuestionar mucho las prácticas de todos. Obviamente, el Ministerio de Sanidad será el más cuestionado», ha admitido.
En relación con las medidas tomadas por el Gobierno ha destacado que por el momento no se ha experimentado «el cierre total de Brasil». «Si cada sector piensa que el suyo es esencial y tiene que trabajar comenzará un efecto cascada», ha añadido.
Asimismo, ha criticado que muchas personas son «irrespetuosas» con las medidas de aislamiento social. «Hay personas que creen que hay un complot mundial contra ellas», ha sostenido.
Sus palabras tienen lugar varios días después de que el mandatario levantara nuevamente la polémica al ignorar las medidas de restricción impuestas por la pandemia de coronavirus y transitar por una calle de Brasilia, la capital del país.
En un vídeo difundido a través de la red social Twitter por su propio hijo, Eduardo Bolsonaro, se puede observar al mandatario en una panadería de la ciudad. Además, las imágenes muestran a Bolsonaro comiendo, bebiendo y siendo fotografiado con sus seguidores, que posan a su lado.
Actualmente, las panaderías de la capital del país solo pueden vender sus productos si son para llevar, pero no de forma presencial en el establecimiento.
Desde que comenzó la pandemia, Bolsonaro ha pedido una rápida vuelta a la normalidad y ha infravalorado la importancia del coronavirus, además de criticar el aislamiento y distanciamiento social de la población como medida de contención.