La Asamblea Legislativa de El Salvador ha aprobado en la madrugada de este martes la nueva ley de cuarentena en una agitada sesión que da cuenta de la creciente tensión política en la nación centroamericana.
El Gobierno de Nayib Bukele ordenó en marzo el confinamiento en el contexto de un estado de emergencia nacional respaldado por el Congreso pero que fue endureciendo ante la molestia de los diputados, que llegaron a acusarle de abuso de poder desatando una nueva crisis institucional que llegó al Constitucional.
El Ejecutivo y el Legislativo, controlado por la oposición conservadora de ARENA e izquierdista del FMLN, finalmente llegaron a un acuerdo el lunes para aprobar la Ley de Regulación para la Cuarentena, la Observación y la Vigilancia por Covid-19.
ARENA se alió con el Gobierno y con sus socios en el Parlamento para aprobar una ley que restringe las salidas a la calle a los «casos autorizados», que se limitan prácticamente a la compra de comida y medicamentos, urgencias médicas y atención de menores, ancianos y personas con discapacidad, así como a medios de comunicación.
No obstante, abre la puerta a otras actividades, incluidas comerciales e industriales, que en un momento dado se puedan considerar esenciales por el Ministerio de Salud para atender la crisis sanitaria.
ARENA consiguió eliminar el artículo que ordenaba «la suspensión de todas las actividades comerciales e industriales» y ampliar las autorizadas al sector agropecuaria y las gestiones bancarias, financieras y de seguros.
En los demás supuestos, la ley establece que las personas que violen la cuarentena podrán ser detenidas y obligadas a cumplir las medidas de aislamiento social, según informa la prensa salvadoreña.
GRITOS DE «DICTADOR»
Esto enfureció a los diputados del FMLN, que llegaron a golpear con fuerza sus bancadas para impedir que los defensores del proyecto de ley expusieran sus argumentos y llamaron «dictador» al presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce.
«No son vagos, no son holgazanes, son gente con necesidad», dijo la jefa del FMLN en la sede legislativa, Nidia Díaz, en alusión a quienes infringen la cuarentena para seguir trabajando.
Además, alertó de que la ley «va a continuar dando la posibilidad de seguir cometiendo los abusos». La Procuraduría de Derechos Humanos salvadoreña ha recibido cientos de denuncias por detenciones arbitrarias en el marco de la pandemia.
La estrategia de El Salvador contra el coronavirus ha suscitado numerosas críticas, de la oposición y de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, sobre todo por los centros de contención, ideados para casos sospechosos y a donde también se ha trasladado a los detenidos por violar la cuarentena sin la atención médica adecuada.
El diputado de ARENA René Portillo aseguró a este respecto que con la ley los detenidos por saltarse el confinamiento que puedan tener coronavirus solo podrán ser trasladados a un hospital, a centros de contención donde no haya personas contagiadas o a una cuarentena domiciliar.
El acalorado debate obligó a retrasar la votación hasta la madrugada del martes, cuando finalmente la ley quedó aprobada con 56 votos a favor, 25 en contra y cero abstenciones. «Valió la pena el desvelo. Ahora, a desayunar», ha escrito Bukele en Twitter, dando las gracias a » todos los que dieron sus votos para que el país pueda salir adelante».
El presidente también ha lanzado un mensaje al FMLN, ironizando con las críticas a Ponce y a él mismo. «¡Está lleno de ‘dictadores’ El Salvador. Todo es dictadura para ellos. Todo menos Venezuela o Nicaragua, claro», ha remachado.
APOYO A EMPRESAS
En la misma sesión, los diputados aprobaron emitir mil millones de dólares en deuda pública para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas ante la crisis económica generada por el coronavirus.
La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) ha propuesto al Gobierno una reapertura gradual de la economía con horarios escalonados para evitar aglomeraciones en centros de trabajo y comercios.
«Una estrategia exitosa es la que puede balancear entre la salud y los medios de subsistencia. Salvar vidas y salvar la vida (económica) no es conflictivo, ambas metas son legítimas», esgrimió, por su parte, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES).