Los estudiantes chilenos han tomado de nuevo las calles de la capital en defensa de una educación pública de calidad y del fin del lucro en la educación privada subvencionada por el Estado. Piden al Gobierno presidido por Michelle Bachelet que acelere la reforma. Los estudiantes chilenos han tomado de nuevo las calles de la capital en defensa de una educación pública de calidad y del fin del lucro en la educación privada subvencionada por el Estado. Piden al Gobierno presidido por Michelle Bachelet que acelere la reforma.
Unas 60.000 personas marcharon este jueves por el centro de Santiago, según informa la agencia Xinhua, para presionar a la mandataria en medio de un clima de crisis política.
Bachelet se enfrenta a una caída de la credibilidad impulsada por las investigaciones a dos empresas del país por financiación ilegal a miembros del partido oficialista y de la oposición, mientras que su hijo y nuera están acusados de presunto tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.
Estos casos han derrumbado la popularidad de la mandataria, asó como del oficialismo de centroizquierda y de la oposición conservadora.
“Estamos convencidos de que la política en Chile no tiene por qué ser corrupta como ahora. Hay que defender la democracia, ya que es la única que devolverá la legitimidad y confianza de la ciudadanía”, aseguró Valentina Vargas, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), al respecto de estos escándalos.
Con este panorama, los estudiantes han reforzado sus protestas exigiendo medidas para hacer frente a la corrupción y garantizar una educación pública gratuita y de calidad en el país latinoamericano. “Los estudiantes secundarios hoy nos proponemos nuevamente por una educación que esté al servicio del pueblo y los estudiantes chilenos”, ha apuntado el líder estudiantil Ricardo Paredes.
Las protestas comenzaron en 2011, con el ex presidente Sebastián Piñera al frente del Gobierno. Pedían el fin del lucro educativo alimentado por el sistema de créditos bancarios impuesto por el Ejecutivo, que derivó en problemas económicos para los estudiantes y sus familias.
Durante la campaña, Bachelet anunció como uno de los ejes principales de su campaña acabar con estos problemas y los estudiantes le exigen ahora que acelere una reforma educativa.
