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Agustín Casterns, presidente del Banco Central de México, defiende la política monetaria de la Reserva Federal de EEUU

¡Viva Bernanke!

El presidente del Banco Central de México, Agustín Casterns, se ha apartado de la tendencia de moda entre sus colegas de los países emergentes. En un contexto en el que la mayoría de ellos critican las políticas de estímulo monetario puestas en marcha por el responsable de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Ben Bernanke, Casterns ha salido en su defensa. Tiene motivos. Opina que una economía estadounidense fortalecida beneficiará a México. El presidente del Banco Central de México, Agustín Casterns, se ha apartado de la tendencia de moda entre sus colegas de los países emergentes. En un contexto en el que la mayoría de ellos critican las políticas de estímulo monetario puestas en marcha por el responsable de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Ben Bernanke, Casterns ha salido en su defensa. Tiene motivos. Opina que una economía estadounidense fortalecida beneficiará a México.

Agustín Casterns ha realizado estas declaraciones durante una conferencia organizada por el Banco Central Europeo en Francfort. Allí, Bernanke ha defendido que lo que la Reserva Federal intenta con la política de estímulo económico, orientada a la compra de bonos del Tesoro estadounidense por 600.000 millones de dólares (441.202 millones de euros), es apuntalar la recuperación económica, promover un crecimiento más rápido del empleo y reducir los riesgos de deflación.

Han sido una buena cantidad de ‘banqueros centrales’, entre ellos los de China, Brasil y Alemania, los que han dejado bastante claro que rechazan esta política, por lo que Bernanke posiblemente habrá agradecido los comentarios de Casterns.

Según Luis Flores, analista de la entidad financiera mexicana IXE, el origen de la defensa de Casterns está en la dependencia de México hacia EEUU. De resultar efectivo el plan del instituto monetario estadounidense, “se produciría un aumento en las compras que los consumidores, tanto institucionales como particulares, realizarían en México”, ha comentado Flores.

Bernanke ha asegurado en la reunión de Francfort que, mediante el programa de compra de deuda pública la Fed persigue vigorizar la mayor economía mundial mediante una bajada en las tasas de interés y un aumento en el precio de las acciones. Intereses más bajos alentarían a las compañías a pedir más créditos y a expandirse.

Por otra parte, un mayor precio en las acciones aumentaría la riqueza y la confianza de los individuos y de las empresas, según ha sugerido Bernanke. El gasto adicional incrementaría los salarios, las ganancias y el crecimiento. Según la opinión de los analistas consultados, una mayor entrada de capital en EEUU tendría como consecuencia un aumento en las inversiones de las compañías y, por lo tanto, un crecimiento económico más rápido.

Sin embargo, Agustín Casterns realizó un doble aviso, encaminado a los posibles efectos colaterales que podría tener el plan de estímulo sobre la economía de los países emergentes. En este sentido, podría implicar una entrada excesiva de capital que podría generar una burbuja financiera, así como una apreciación de sus divisas que perjudicaría sus exportaciones. A pesar de esto, el presidente del Banco Central de México dijo que, hasta el momento, la economía mexicana no ha notado ningún impacto en sus ventas al exterior.

Por lo tanto, las medidas anunciadas por la Fed beneficiarían a una economía ya de por sí bastante fortalecida y saneada, exenta de problemas de déficit y de deuda pública.

México no tendrá que recurrir a los mercados internacionales, por lo menos, hasta el año 2012. El pasado 5 de octubre el Tesoro mexicano realizó una emisión de deuda a cien años orientada a inversores extranjeros. La emisión, cuyo valor fue de 1.000 millones de dólares (735,337 millones de euros) demostró la gran confianza que los inversores depositan en México a un muy largo plazo, debido a que la demanda fue de 2,5 veces más que el monto colocado.

En aquella ocasión, Ernesto Cordero, ministro de Hacienda mexicano, explicó que “había que aprovechar los bajos tipos de interés” del mercado internacional. Pero no es la única emisión de deuda que ha realizado el Tesoro mexicano en 2010. A lo largo del año ha realizado un total de seis ofertas de bonos que han supuesto la recaudación de unos 6.900 millones de dólares (5.073 millones de euros).

También en esta semana se ha producido un acontecimiento relevante en el sector financiero mexicano. De hecho, ha sido la operación más importante realizada desde hace casi una década. Banorte anunció el miércoles 17 de noviembre el cierre de un acuerdo de fusión con el Grupo Financiero IXE, lo que creará la tercera institución bancaria más importante de México.

La unión, con la que se creará el Grupo Financiero Banorte-Ixe, está valorada en 16.200 millones de pesos (965,44 millones de euros). Por ahora, de todas formas, la fusión está sujeta a la aprobación de las autoridades mexicanas.

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