Santos no es Piñera

Los mandatarios de Chile y Colombia han actuado de forma completamente distinta ante los movimientos estudiantiles que se han levantado contra sus gobiernos. Juan Manuel Santos, presidente colombiano, ha decidido acabar con las protestas retirando el proyecto de ley para reformar la educación, causante de las revueltas. Sin embargo, el líder chileno Sebastián Piñera continúa férreo en su posición y se niega a instaurar en su país una educación gratuita universal, requisito fundamental de los estudiantes. Los mandatarios de Chile y Colombia han actuado de forma completamente distinta ante los movimientos estudiantiles que se han levantado contra sus gobiernos. Juan Manuel Santos, presidente colombiano, ha decidido acabar con las protestas retirando el proyecto de ley para reformar la educación, causante de las revueltas. Sin embargo, el líder chileno Sebastián Piñera continúa férreo en su posición y se niega a instaurar en su país una educación gratuita universal, requisito fundamental de los estudiantes.

‘La educación de mercado’ es el motivo por el cual los estudiantes chilenos y colombianos se han levantado contra sus gobiernos. Los universitarios se quejan de tener que endeudarse para poder obtener un título educativo superior, ya que la mayoría de los centros en estos dos países son privados.

El mandatario colombiano presentó en el pasado mes de marzo un proyecto de ley que pretendía realizar una reforma educativa, especialmente en el ámbito universitario. Entre los cambios, el que mayor indignación causó entre los estudiantes, es que las universidades podían decidir su propio estatus, definiéndose como pública, mixtas o privadas. Esto provocó la ira de los estudiantes que comenzaron a protestas contra este proyecto ley. Desde el 12 de octubre convocaron un paro estudiantil, que mantuvo durante algo más de un mes a 30 de las 32 universidades del país paralizadas.

Santos decidió ceder a las presiones de los estudiantes, que le pedían la inmediata retirada del proyecto de ley para suspender la huelga. Y, así fue. El miércoles 16 de noviembre el Parlamento paralizó la propuesta. A las pocas horas los estudiantes anunciaron el fin del paro, aunque avisaron de que el gobierno debía cumplir con otros dos requisitos para que el fin de las protestas se paralizaran: que el mandatario se comprometa de manera pública y con la comunidad universitaria para formular una metodología para construir una reforma que «responda a las reales exigencias de la nación colombiana». Y que el Ejecutivo dé a los estudiantes las garantías políticas y civiles para el derecho a la protesta, la movilización y la organización.

De este modo parece que el conflicto estudiantil colombiano ha llegado a su fin, aunque sólo es por el momento, ya que Santos ha anunciado que el próximo año se volverá a tratar el tema de la reforma educativa, y puede, que para entonces, el conflicto vuelva.

Los estudiantes chilenos no han corrido tanta suerte. Su conflicto está estancado tras más de seis meses de protestas. Piñera no muestra ninguna señal de querer ceder a las peticiones de los estudiantes que le exigen la imposición en el país de una educación gratuita y de calidad universal. El mandatario chileno se aferra a la idea de que si esto fuera así, “los pobres les pagarían la educación a los hijos de los ricos”.

En el mes de octubre los estudiantes comenzaron un diálogo con el Gobierno, que sólo fue un espejismo, ya que fue roto en la segunda reunión, tras que el ejecutivo se negara rotundamente a cumplir con el primer requisito de los estudiantes chilenos: implantar una educación gratuita universal.

En la actualidad, la oposición y el Gobierno de Piñera están manteniendo un diálogo para solucionar este conflicto, pero falta una pieza clave en estas conversaciones: los estudiantes. Sin ellos, esta situación no podrá llegar a su final. El movimiento continúa con sus acciones para conseguir sus objetivos, y parece que empiezan a contar con apoyo internacional, tras el viaje de tres de sus dirigentes a Europa, en donde se reunieron con miembros de las Naciones unidas y de la Unión Europea.

No se vislumbra un final inmediato en el conflicto estudiantil chileno, ya que Piñera continúa sin ‘prestarles atención’, una actitud muy diferente a la de su homólogo colombiano, que no quiso eternizar el problema y acabó con el, por el momento.

Acceda a la versión completa del contenido

Santos no es Piñera

Americaeconomica.com

Entradas recientes

Añaden el delito de soborno a la investigación contra Boluarte por el Caso Rolex

El fiscal de la Nación interino de Perú, Juan Carlos Villena, ha incluido un presunto…

4 horas hace

Secuestran y asesinan al director de un portal de noticias en México

"Según medios, el periodista fue privado de su libertad y sus familiares recibieron una llamada…

24 horas hace

Bolivia ve como una gran oportunidad cooperar con Rosatom en la industria del litio

El 26 de marzo pasado, Rosatom anunció que no descarta la posibilidad de construir una…

2 días hace

El Gobierno de Colombia y la disidencia del EMC de las FARC retomarán las negociaciones de paz en mayo

La próxima ronda de diálogos tendrá lugar en el municipio de San Vicente del Caguan,…

1 mes hace

Brasil crea más de 300.000 empleos en febrero, un 21 por ciento más que hace un año

Según la cartera laboral, en febrero "Brasil creó 306.111 empleos, resultado de 2,09 millones de…

1 mes hace

México celebra la suspensión en EEUU de la ley para deportar migrantes desde Texas

"El Gobierno de México sigue el desarrollo del proceso legal en contra de la demanda…

1 mes hace