Banco Santander se reunirá la próxima semana con inversores de renta fija australianos, en un ‘roadshow’ organizado por JP Morgan que se produce en un momento en el que las entidades de todo el mundo comienzan a diversificar el abanico de divisas en sus emisiones. Banco Santander se reunirá la próxima semana con inversores de renta fija australianos, en un ‘roadshow’ organizado por JP Morgan que se produce en un momento en el que las entidades de todo el mundo comienzan a diversificar el abanico de divisas en sus emisiones.
Según publica la agencia Dow Jones, que cita fuentes cercanas a la operación, el encuentro no está sujeto a realizar una emisión, por lo que parece poco probable que el banco español realice en corto plazo una operación de este tipo.
De hecho, ya el año pasado representantes de la entidad se reunieron en Sidney con inversores de renta fija australianos para intercambiar opiniones. No sólo Santander se reunirá con los inversores, sino que su filial británica Abbey hará lo propio, en su caso organizado por el National Bank of Australia.
La emisión de bonos a la carta es un buen modo de buscar nuevas fuentes de financiación en unos mercados que aún no están normalizados del todo tras dos años de crisis. Tanto el Tesoro como los bancos intentan abrir su inversión lo más posible para tener un mercado más amplio que ofrezca menos restricciones.
Además, la banca comienza a ampliar el abanico de divisas en las que emiten su deuda para anticiparse a las distintas velocidades a las que los bancos centrales comenzarán a subir los tipos de interés. Si la banca inglesa emite en euros, la del continente apuesta por libras, dólares o incluso aussies.
Ante la incertidumbre por los tipos de interés de referencia, que podrían comenzar a subir este mismo año tanto en la eurozona (1% actual), como el Reino Unido (0,5%) y EEUU (0,25%), y que ya lo han hecho en Australia (4,0%), las entidades cubren con bonos en las diferentes monedas la demanda de los inversores.
En el mes de enero, Abbey emitió deuda senior a dos años por importe de 1.850 millones de dólares en el mercado norteamericano, y Barclays sacó al mercado deuda con vencimiento a siete años por un importe de 2.000 millones de euros, por los que pagará una rentabilidad del 4%.
En este entorno, según se desprende de un informe de Citigroup, los 24 mayores bancos europeos necesitarán emitir una media de 240.000 millones de euros anuales en deuda hasta 2012 para financiarse, lo que representará un impacto del 10% en el beneficio agregado de dichas entidades.
En concreto, dichas entidades, entre las que aparecen las españolas BBVA y Santander, necesitarán 246.000 millones de euros en 2010, 260.000 millones el año que viene y 213.000 en 2012. No obstante, estos 240.000 millones anuales sólo representan el 76% de la media de las emisiones entre 2007 y 2009, cuando la cifra ascendió a 315.000 millones.
Las emisiones estarán destinadas a financiar tanto la actividad existente de las entidades y sus negocios futuros, como para satisfacer las exigencias de Basilea II.