Los líderes el Mercado Común del Sur (Mercosur), se han reunido en Argentina para decidir el futuro de las principales naciones del subcontinente. Los temas sobre la mesa son si incluirán en el futuro a Venezuela en el grupo, si se aplicarán aranceles internos y sobre de la posición que van a tomar en el futuro respecto a Paraguay. Los líderes el Mercado Común del Sur (Mercosur), se han reunido en Argentina para decidir el futuro de las principales naciones del subcontinente. Los temas sobre la mesa son si incluirán en el futuro a Venezuela en el grupo, si se aplicarán aranceles internos y sobre de la posición que van a tomar en el futuro respecto a Paraguay.
Allí se van a dar cita la anfitriona Cristina F. de Kirchner, su homóloga, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff y el presidente de Uruguay José Mújica. A lo largo del fin de semana también se personarán los presidentes de Chile, Ecuador y Bolivia.
Paraguay de momento no formará parte de Mercosur, como castigo por haber destituido a Fernando Lugo como presidente. Esta medida, respaldada por Brasil, Uruguay y Argentina, será ratificada a corto plazo, seguramente hasta que no haya elecciones en el país latinomericano.
La sustitución de Franco por su vicepresidente, Federico Franco, creó todo tipo de malestares en sus vecinos latinoamericanos, ya que el antiguo obispo de izquierdas sólo contó con un día para preparar su defensa.
Según el ministro de Economía de Brasil, Antonio Patriota, en esta reunión también se tratará el asunto de la entrada de Venezuela como miembro de pleno derecho. Aunque todo apunta a que el país de Hugo Chávez entrará en Mercosur en breve.
De hecho, la inclusión de Venezuela como Estado parte de Mercosur ya cuenta con la aprobación de los parlamentos de Brasil, Argentina y Uruguay, pero no el de Paraguay, el territorio de la discordia.
Además, otro tema que se tratará en la cumbre es la aplicación de aranceles internos entre los países miembros, como medida proteccionista. Como ya publicamos hace escasas semanas en Américaeconómica.com, Uruguay y Paraguay se mostraron contrarios a estas tasas, que presumiblemente les perjudicarían.