El ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Armando Monteiro, ha recordado a Mauricio Macri su promesa de suspender las barreras proteccionistas al comercio entre ambos países la tarde del día en el que el mandatario era investido presidente de Argentina. El ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Armando Monteiro, ha recordado a Mauricio Macri su promesa de suspender las barreras proteccionistas al comercio entre ambos países la tarde del día en el que el mandatario era investido presidente de Argentina.
Monteiro así lo ha señalado tras haber participado en un evento empresarial en Sao Paulo, donde ha considerado también que, pese a la buena voluntad de Macri, Argentina necesita divisas.
A pesar de ello, se ha mostrado muy optimista con la llegada del candidato de la coalición Cambiemos y ha confiado en que el nuevo inquilino de la Casa Rosada de más vitalidad al comercio entre ambos países.
El ministro brasileño ha recordado que en los últimos años, el comercio bilateral entre ambos países, su principal socio en el Mercado Común del Sur (Mercosur) ha caído mucho. Lo ha hecho “debido a algunos procesos relacionados con la situación económica en Brasil y Argentina”.
Por ejemplo, en el sector automotriz, en el que Argentina es el principal destino de las exportaciones brasileñas, “en 2014 cayó casi un 34% en comparación con el año precedente”.
“Esperamos”, ha asegurado Monteiro, que “tanto Brasil como Argentina puedan reequilibrar su economía para que podamos ampliar nuestro comercio”, lo que es también el interés de la presidenta Dilma Rousseff, que ayer acudió a la investidura de Mauricio Macri como mandatario argentino.
Unos días antes había sido el propio Macri quien había llegado a Brasil para relanzar las relaciones entre ambos países. Dilma Rousseff y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner siempre han tenido buena relación, de manera que el ahora mandatario quiso dejarle claro a la brasileña el interés de Argentina en su país.
El encuentro resultó ser fructífero, pues ambos parecieron entenderse, aunque había un escollo entre ambos: Venezuela. Mientras que Macri insistía en aplicar la cláusula democrática sobre el país y expulsarlo de Mercosur, Rousseff abogaba con la prudencia y esperar a los resultados de las elecciones del 6 de diciembre. Al haber triunfado en ellas la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Macri ha dejado la controversia de lado.
