Durante la visita de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet a Ecuador, ella y su homólogo Rafael Correa han firmado acuerdos de cooperación en el sector minero, educativo, en seguridad y en justicia. Durante la visita de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet a Ecuador, ella y su homólogo Rafael Correa han firmado acuerdos de cooperación en el sector minero, educativo, en seguridad y en justicia.
La gira de la mandataria, que ha ido acompañada de 15 de sus ministros ha supuesto, como señala el diario El País, limar asperezas entre ambos países. Por una parte, Correa ha conseguido los pactos esperados y Bachelet una declaración de su par en cuanto a la disputa marítima con Bolivia.
Aunque Correa no se ha mojado, nunca mejor dicho, si que ha considerado que “siempre” impulsarán “la hermandad latinoamericana, nuestro deseo para que algún día se cumpla el deseo de la patria grande y que esa controversia se procese de forma fraterna y amigable”.
La declaración le ha valido a Correa una cooperación que cifras representa medio millón de dólares según Ricardo Herrera, director de la Agencia de Cooperación Internacional de Chile. Además, se firmaron acuerdos de entendimientos entre los ministerios del área social.
Con el nuevo ministro de Minería ecuatoriano se ha firmado el Plan de Minería para 2016, que tiene como centro al proyecto minero Llurimagua, al norte del país, y que actualmente se encuentra en fase de exploración.
La Cámara de Comercio Chilena-Ecuatoriana ha manifestado que el comercio entre ambos países ha crecido un 14% desde los años 90. De hecho, Ecuador es el socio número 17 de Chile y sus exportaciones hacia Ecuador se concentran, sobre todo, en el sector industrial, que acapara el 83% de los envíos.
Ecuador, por su parte, siempre ha sido el principal proveedor de petróleo a Chile, en sus mejores momentos se han alcanzado picos de 2.207 millones de dólares. Fue hace un par de años.
La reunión entre Correa y Bachelet se da en un momento complicado para la popularidad de la chilena, que solo se hace con un 22% de aprobación mientras que Correa consigue un 63%.
