Los analistas consideran que la fusión entre la chilena LAN y la brasileña TAM, que daría lugar al nacimiento de Latam Airlines, la mayor aerolínea latinoamericana, podría llegar a peligrar a causa de las condiciones que impongan las autoridades aeronáuticas y de libre competencia de Brasil. Este proceso puede incluso sufrir un retardo debido a la oposición de los accionistas minoritarios de LAN a la fusión, a lo que hay que sumar los conflictos por la pertenencia a alianzas globales que son competencia, ya que LAN pertenece a One World y TAM a Star Alliance. Los analistas consideran que la fusión entre LAN y TAM puede llegar a peligrar a causa de las condiciones que pueden llegar a imponer las autoridades aeronáuticas y de libre competencia de Brasil. Este proceso puede incluso sufrir un retardo debido a la oposición de los accionistas minoritarios de LAN a la fusión, a lo que hay que sumar los conflictos por la pertenencia a alianzas globales que son competencia, ya que LAN pertenece a One World y TAM a Star Alliance.
Lo que si que es cierto es que la fusión beneficiaría a las dos compañías aéreas. Para la chilena LAN la fusión con la brasileña TAM significa entrar en el mercado más grande de América Latina, lo que le da más fuerza dentro de la región. Por otro lado la mayor rentabilidad y solidez financiera de LAN ayudará mucho a la brasileña.
Expertos internacionales creen que esta unión implicará una guerra de precios y rutas con el resto de compañías, pero en especial con su principal competidor Avianca y TACA. Pero esto no es del todo un problema ya que para estos analistas, LAM y TAM van a ser con mucha diferencia el mayor grupo aéreo en la región.
En el momento en que se realice la fusión, la nueva compañía, LATAM Airlines Group, expandirá geográficamente su presencia. De hecho, en este momento TAM no posee vuelos domésticos fuera de Brasil y LAN, aunque tiene una importante presencia en Argentina, Chile, Ecuador y Perú, no ha podido ingresar en Brasil, uno de los mercados más importantes de Latinoamérica.
LATAM Airlines Group, se creará a través de una operación de intercambio de acciones valorado en 2.700 millones de dólares (unos 2.116 millones de euros). La futura aerolínea, que ocupará la undécima posición en el ranking mundial en términos de tráfico de pasajeros, cubrirá 115 destinos en 23 países y tendrá una plantilla de 40.000 empleados. El analista Fernando Aguilés, de Ugarte Corredores, ha asegurado a Americaeconomica.com, que con la fusión ambas compañías “aumentarán su competitividad, disminuirán los costos y aumentarán su margen de beneficios”.
Si finalmente se cierra esta operación, cuyas negociaciones podrían tardar entre seis y nueve meses, tanto LAN como TAM continuarían realizando sus operaciones como aerolíneas diferentes y marcas independientes, con sus respectivas sedes centrales en Santiago y Sao Paulo.
La fusión de ambas compañías tendrá como consecuencia una expansión de negocios que sería imposible si cada una lo hiciera por separado. La sinergia anual podría alcanzar los 400 millones de dólares (313 millones de euros); la flota de aviones llegaría a la cifra de 220, con 115 destinos en 23 países y una plantilla de 40.000 empleados. Para hacernos una idea, en 2009 generaron un ingreso combinado de 8.500 millones de dólares y transportaron 45 millones de pasajeros y 832.000 toneladas de carga. Con todo ello, pueden abarcar alrededor de un 17% del tráfico de pasajeros de América Latina.
La futura compañía ya dispone incluso de su primer presidente. Se trata de Enrique Cueto, quien desde el año 1994 lleva las riendas de la chilena LAN. Cueto, procedente de una familia de empresarios españoles, ha sido elogiado por su política de reducir costos y por convertir a la aerolínea chilena en una de las más rentables de América Latina.
Enrique Cueto es visto por los expertos como un estratega que se mantiene frío bajo presión y que ha llevado a cabo con éxito recortes de costos para dar mayor eficiencia a LAN. El directivo fue fundamental para la fusión con TAM, que culminará la ambición de años de su familia por entrar al gigantesco mercado brasileño y transformarse en un participante relevante en la industria aeronáutica mundial. Los Cueto son vistos como los accionistas clave en la transacción por 2.700 millones de dólares en títulos y ejercerán gran influencia sobre las decisiones de la nueva compañía.
El padre de Cueto, Juan Cueto Sierra, emigró a Chile y fundó una pequeña aerolínea llamada Fast Air Carrier en 1978. Cuatro años más tarde, Enrique Cueto se hizo cargo de la vicepresidencia de finanzas para más tarde ocupar el mismo cargo en el departamento ejecutivo.
El paso a la gran compañía, LAN, se dio en 1994 cuando pasó a ser CEO de LanChile, y su familia pasó a controlar la empresa junto con el empresario y, posteriormente, presidente de Chile, Sebastián Piñera, además de los grupos Hirmas y Heblen. El líder derechista mantiene una estrecha relación con los Cueto, quienes aumentaron su interés en la compañía al 31,8 por ciento, que representa actualmente un valor cercano a los 3.000 millones de dólares, cuando Piñera vendió su participación.
Los Cueto, que esperan contar con entre un 24 y un 25 por ciento en el nuevo grupo, acordaron términos societarios que cumplen con la regulación brasileña que prohíbe que extranjeros posean más de un 20 por ciento de una aerolínea local.
Además, la familia Cueto tiene una amistad con los controladores de TAM, la familia Amaro, quienes comparten un pasado similar. Usando sus ahorros y préstamos, el piloto Rolim Amaro compró TAM, una pequeña empresa de carga fundada en 1961, y la transformó en la mayor línea aérea de Brasil.
Ahora sólo hay que esperar a que la fusión lleguen a buen término y se superen los problemas que puedan llegar a peligrar la operación que por el momento solo con su anuncio ha provocado que las acciones de ambas aerolíneas aumentaran en la Bolsa de Nueva York con subidas de 24% y 2,5% respectivamente.