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La industria brasileña exige a Dilma Rousseff no subir el salario mínimo

Mercado laboral

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil

El director de Política Económica de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil, Flávio Castelo Branco, ha pedido revisar los criterios para reajustar el salario mínimo, ya que no es posible seguirlos en la actual situación. El director de Política Económica de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil, Flávio Castelo Branco, ha pedido revisar los criterios para reajustar el salario mínimo, ya que no es posible seguirlos en la actual situación. A su modo de ver subirlo ahora afectará negativamente el escenario económico.

En concreto, Castelo Branco ha considerado que un aumento del salario mínimo en un 10% supondría una carga para las cuentas de la Seguridad Social, los municipios y las empresas más pequeñas.

Durante el segundo mandato del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, se estipuló por ley que se subiera de modo gradual el salario a partir del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y el índice de la inflación.

Teniendo encuentra que la inflación llega al 10%, la subida del 10% es algo que se da por hecho pero que no satisface al industria, que considera que va en detrimento tanto del Gobierno como del sector que representa.

América Economía se ha hecho eco de todo esto y de lo necesario que es, según Castelo, tratar este asunto en un debate público aunque no sea sencillo.

“En un ambiente de recesión y aumento del desempleo, es una presión muy fuerte. Es algo completo, políticamente difícil, pero la sociedad no puede eludir esta discusión”.

Por otro lado, ha considerado que la recesión también conlleva frustración en la expectativa de los ingresos para este año, así que ha pedido medidas para equilibrar las cuentas públicas.

Desde su punto de vista, los recortes en el gasto público no son suficientes para revertir esta situación. Lo ha considerado en clara alusión a las medidas fiscales que ha tomado el ministro de Hacienda, Joaquim Levy y que la presidenta Dilma Rousseff insisten en defender.

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