Medidas económicas

El Ministerio de Economía de Uruguay ha hablado de la complicación que existe para acabar con la inflación, pero ha asegurado que buscará medidas para retenerla, como ampliar el acuerdo de los precios de algunos productos. El Ministerio de Economía de Uruguay ha hablado de la complicación que existe para acabar con la inflación, pero ha asegurado que buscará medidas para retenerla, como ampliar el acuerdo de los precios de algunos productos.

Con la presión sobre la inflación, el Ejecutivo de José Mujica busca un nuevo respiro, al menos hasta el mes de julio, cuando la rebaja de la tarifa de la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE) sea otro elemento de ayuda.

Así las cosas, el la cartera financiera pretende extender hasta final de mes su acuerdo de precios con las grandes superficies, importadores y sectores de la industria, con el objetivo de ‘congelar’ el precio de los productos básicos.

Hasta ahora, el Ejecutivo ha hecho esfuerzos por no alcanzar el 10%, pero en los 12 meses cerrados a mayo fue de 9,18%. A pesar de que la cifra se ha valorado de modo positivo, el núcleo duro del Índice de Precios del Consumo (IPC) se sigue acelerando.

Todo apunta, como señala la prensa latinoamericana, que los comerciantes y los industriales colaborarán, pero también se mostrarán firmes en que la ampliación del acuerdo no tenga las mismas características que el que estará vigente hasta final de este mes.

Fernando Melissari, componente de la Asociación de Importadores Mayoristas de almacén, ha asegurado que la postura del sector es “colaborar en la medida que se pueda”, pero que en algunos casos la subida de precios en el exterior tendrá que trasladarse al mercado local, y puso como ejemplo el café.

El actual acuerdo de precios estará en rigor hasta finales de mes. Además, en su entrevista con el diario uruguayo El País, el importador aseguró que algunos productos ya registraron aumentos esta semana.

En cualquier caso, el gremio de comerciantes ha manifestado que apoyará la posibilidad de cerrar un nuevo acuerdo siempre que los proveedores “respeten los precios”. De no ser así, se deberá trasladar el ajuste a los consumidores, lo que es contraproducente.

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