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Accidentado debut en los mercados de los nuevos bonos griegos

Los ‘eternos’ problemas de la deuda helena

En apenas unas pocas horas el precio de los nuevos bonos entregados por Grecia a los acreedores privados que han aceptado el canje de la deuda se ha desplomado más del 20%, lo que ha situado su rentabilidad en las cercanías del 12%, muy lejos del 3% asociado a su nominal de emisión. Los traders, además, aún esperan nuevas caídas este mismo viernes hasta que el guarismo llegue al entorno del 17%. En apenas unas pocas horas el precio de los nuevos bonos entregados por Grecia a los acreedores privados que han aceptado el canje de la deuda se ha desplomado más del 20%, lo que ha situado su rentabilidad en las cercanías del 12%, muy lejos del 3% asociado a su nominal de emisión. Los traders, además, aún esperan nuevas caídas este mismo viernes hasta que el guarismo llegue al entorno del 17%.

El Gobierno de Grecia ha entregado a estos acreedores privados unos nuevos bonos por los viejos que tenían en su poder hasta ahora. En concreto, Atenas ha repartido papeles soberanos con vencimientos en 2015 (a un 2% de rentabilidad), 2016 (a un 3% de rentabilidad), 2021 (a un 3,65% de rentabilidad) y luego, los más a largo plazo, con un vencimiento entre 2022 y 2042 (a un 4,3% de rentabilidad).

Según los analistas del mercado la mayoría de las operaciones en torno a los nuevos bonos se estaban realizando hacia fondos de fuerte carácter especulativo, pues actualmente hay poca demanda de estos productos por parte de los inversores conservadores debido a todas las dudas que genera aún, y a pesar de este canje de deuda que da salida a los 130.000 millones de euros en nuevas ayudas, el país mediterráneo. De hecho, el PIB del país se contrajo un 7,5% en el último trimestre del 2011, más de lo esperado.

Las autoridades griegas habían anunciado a primera hora de la mañana que los acreedores privados que habían aceptado el canje de su deuda suponían el 95,7% del total. La cifra es matizable. Al canje han acudido voluntariamente el 83,5% de los mismos. El resto se ha visto forzado a aceptarlo después de que el Gobierno griego haya utilizado un mecanismo (CAC) que le permite obligar a los disidentes a abrazar la oferta contra su voluntad si hay una mayoría superior al 66% que ha llegado al acuerdo previamente. Tal ha sido el caso.

Uno de estos acreedores privados que se ha visto obligado a aceptar el canje por la fuerza ha explicado a EL BOLETIN que a él todavía no le han notificado nada, y que mientras no se le notifique que su bono ha sido cancelado y cambiado por otro de menor valor, no considera que el canje esté realizado. ¿Y cuando lo considere? Según el gestor de un hedge fund afincado en Suiza consultado por este medio, los disidentes tienen pensado recurrir todas las veces que sea necesario, mediante la vía legal, para no tener que pasar por el aro.

Estos recursos llevarían a denunciar, en última instancia, al Gobierno de Grecia por no pagar el bono acordado y a las aseguradoras o bancos que hayan emitido un seguro de riesgo contra el impago de esos bonos (CDS) por no activar ese producto financiero. Estos seguros se hubiesen activado si Atenas no hubiese logrado una participación voluntaria tan grande, pero no ha sido el caso y por eso los CDS pueden permanecer sin activar hasta que los abogados logren, si es que lo logran, cambiar la normativa.

En Grecia están tranquilos, no obstante. El portavoz del ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha dicho a este periódico que los recursos y protestas legales no son «problema nuestro», ya que el canje de deuda ha sido avalado por el Eurogrupo este mediodía y el lunes todo quedará cerrado oficialmente.

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