La planta del tabaco, originaria del continente americano, ha encontrado en los países del subcontinente nuevas fronteras para su consumo. Esta semana Argentina y Venezuela se han unido a la prohibición de su utilización en espacios cerrados. Antes Panamá, Guatemala, Colombia, Honduras o Perú habían tomado medidas similares. Queda mucho por hacer. Brasil, que desde 1993 es el mayor exportador y el tercer mayor productor de tabaco del mundo, y México, ambos bajo continuas presiones de la industria tabaquera, deben todavía tomar medidas drásticas en este área. La planta del tabaco, originaria del continente americano, ha encontrado en los países del subcontinente nuevas fronteras para su consumo. Esta semana Argentina y Venezuela se han unido a la prohibición de su utilización en espacios cerrados. Antes Panamá, Guatemala, Colombia, Honduras o Perú habían tomado medidas similares. Queda mucho por hacer. Brasil, que desde 1993 es el mayor exportador y el tercer mayor productor de tabaco del mundo, y México, ambos bajo continuas presiones de la industria tabaquera, deben todavía tomar medidas drásticas en este área.
El tabaquismo, además de ser un grave perjuicio para la salud humana, es un negocio que reporta pingües beneficios. Tal vez por eso, la aplicación de medidas que restrinjan su consumo en los diferentes países es tan compleja. EEUU, que cuenta con las mayores empresas dedicadas a este sector, fue uno de los primeros en hacerlo. Pero, después de que de Europa, donde se ha convertido casi en un símbolo de homogeneización, hiciera lo propio, América Latina ha tomado las riendas contra esta enfermedad.
Esta semana, Argentina y Venezuela, la primera aprobándola y la segunda poniéndola en marcha, experimentan el revuelo que supone una Ley Antitabaco para un país. Este revuelo no es más que el resultado del porcentaje que ocupan los fumadores dentro de cualquier sociedad. No en vano, la Organización mundial de la Salud (OMS) calcula que en todo el mundo existen cerca de 1.000 millones de fumadores, mientras que el 80% de los mismos residen en países de ingresos bajos o medios.
Como modo de prohibir sin prohibir, muchos estados han visto en el aumento de los impuestos un método efectivo para convertir el consumo del tabaco en prohibitivo. Los datos hablan por sí solos. Según la OMS, un 10% de aumento de esos impuestos reduce el consumo de tabaco aproximadamente un 4% en los países de ingresos altos y un 8% en los países de ingresos bajos o medios. Hay quien achaca los incrementos de tasas a la intención recaudatoria de los Gobierno. Puede que tengan razón. Sin embargo, es uno de los metodos más efectivos.
Los datos con francamente negativos. El tabaquismo cuesta, en gastos de salud, cerca de 200.000 millones de dólares anuales a nivel mundial. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), América Latina sufre anualmente en torno a 600.000 muertes anuales relacionadas con su consumo.
El último país en sumarse a la Ley Antitabaco ha sido Argentina. La norma fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados y ahora deberá ser ratificada por el Poder Ejecutivo, condición para que comience a regir en todo el territorio nacional. Venezuela, México y Panamá también son otros países que se unieron recientemente a esta fiebre contra el consumo de esta planta. Mientras, Chile, planea la puesta en marcha de una medida similar. Las autoridades apuran cualquier prevención para controlar un hábito que causa la muerte de 850.000 personas al año en el subcontinente.
En Argentina, el proyecto, que se encontraba desde hacía varios años en debate en el Congreso debido a la presión de las tabacaleras, establece la prohibición de fumar en ambientes públicos y laborales. También indica que las empresas no podrán hacer publicidad de cigarrillos ni promocionar sus actividades y, además, deberán incluir mensajes que alerten sobre los efectos nocivos para la salud.
Casi el 33% de la población adulta argentina fuma, eso significa unas 8 millones de personas, según datos divulgados por distintas organizaciones no gubernamentales con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco, el pasado 31 de mayo. Además, el tabaco es el causante de la muerte de más de 40.000 argentinos al año, según informó el Ministerio de Salud.
Coincidiendo con la entrada de esta ley en Argentina, el martes en Venezuela entró en vigor una norma que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados y que prevé sanciones de entre 212 y 44.000 dólares. Según cifras oficiales, el cáncer de pulmón y las patologías cardiovasculares son responsables del 34,3 % de las muertes anuales en el país y la prevalencia nacional de fumadores es del 17 %.
Mientras tanto en Brasil, que desde 1993 es el mayor exportador y el tercer mayor productor de tabaco del mundo, la proporción de fumadores descendió del 32 % de la población adulta en 1989 al 15,1 % el año pasado, gracias a la mayor concienciación de la sociedad. Sin embargo, el tabaco sigue siendo responsable en promedio de siete muertes diarias. En esta nación no existe una Ley Antitabaco pero sí promueven la creación de espacios reservados a este hábito.
En México, el presidente Felipe Calderón señaló que el tabaquismo deja unas 60.000 muertes al año en el país y hay 13 millones de fumadores activos que conviven con 100 millones de fumadores pasivos. Hace 19 meses el Gobierno mexicano aprobó la Ley Antitabaco.
La situación de la legislación en los países de América Latina está de la siguiente manera:
• Prohibición de fumar en los lugares cerrados de trabajo y del sector restaurantero: Uruguay, Panamá, Colombia, Guatemala, Perú, Paraguay y Honduras. Pero también otros países han avanzado en los ámbitos estatal/provincial/local, como la Ciudad de México (México) y varias provincias/estados de Argentina y Brasil.
• Amplias prohibiciones de la publicidad del tabaco (Panamá, Brasil, Chile, Uruguay, Colombia).
• Advertencias sanitarias en los paquetes, que incluyen imágenes prominentes (Brasil, Chile, Venezuela, Uruguay, Panamá, Colombia, Guatemala, Perú, Paraguay y México). Es de destacar que Honduras se sumaría a Uruguay con advertencias en 80% de las cajetillas, siendo así los países más avanzados en el mundo en esta área.
• Aumento significativo de los impuestos, como en Panamá o Uruguay, país este último donde los impuestos llegaron a 72% del precio real de los cigarrillos.
Estas acciones comienzan a evidenciar su efecticvidad:
• Disminución de prevalencia: Brasil (de 32 a 17.2% en 10 años) y Uruguay (de 32 a 25% en cinco años).
• Aumento significativo de la recaudación fiscal (Uruguay).
• Disminución del ingreso por infarto agudo de miocardio: Uruguay (17.2%).
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La lucha Anti-tabaco en América Latina
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