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El candidato nacionalista pierde fuelle de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales

Humala, entre el acoso mediático y la desconfianza de los mercados

Cuando finalizó la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Perú, la victoria de Ollanta Humala, candidato nacionalista y de izquierda, supuso una sorpresa que muchos achacaron a su moderación en la campaña. Sin embargo, algunos sectores, además de aquellos que no le votaron, no parecen convencidos de que ese nuevo discurso vaya a ser aplicado si logra la presidencia. La Bolsa peruana ha sufrido una desbandada de inversores debido a lo que se ha dado en llamar “el efecto Humala”, mientras que los principales medios de comunicación, propiedad del poderoso Grupo Miró Quesada, han fijado su diana en él. Cuando finalizó la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Perú, la victoria de Ollanta Humala, candidato nacionalista y de izquierda, supuso una sorpresa que muchos achacaron a su moderación en la campaña. Sin embargo, algunos sectores, además de aquellos que no le votaron, no parecen convencidos de que ese nuevo discurso vaya a ser aplicado si logra la presidencia. La Bolsa peruana ha sufrido una desbandada de inversores debido a lo que se ha dado en llamar “el efecto Humala”, mientras que los principales medios de comunicación, propiedad del poderoso Grupo Miró Quesada, han fijado su diana en él.

Los esfuerzos del candidato de Gana Perú por desvincularse de su imagen de radical izquierdista le llevaron, desde comienzos de la campaña por la primera vuelta, a moderar su discurso. Su gabinete de prensa, heredado del exitoso presidente brasileño, Lula da Silva, le recomendó, acertadamente tal y como muestran los resultados, renegar de cualquier vinculación con el presidente venezolano, Hugo Chávez, que ha pasado de ser una figura que arrastró a los ciudadanos de diferentes países latinoamericanos a votar por la izquierda a ser un “paria” con el que ningún candidato parece querer ser comparado.

Esa estrategia perdura en el tiempo. El portavoz del político izquierdista y que se postula como primer vicepresidente, Omar Chehade, ha asegurado esta semana que Humala no debió haber visitado al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en el año 2006. El candidato de Cana Perú ha dicho sentirse víctima de una campaña mediática en contra de su candidatura debido a sus antiguos coqueteos con la política chavista. Sin embargo ha reiterado en numerosas ocasiones que su proyecto está encaminado a la defensa de la democracia.

Sobre esta relación, además de sobre una la presunta financiación chavista de la campaña de Humala, el peruano ha sido insistentemente preguntado por la prensa del país para que diga si considera al venezolano un dictador, ante lo cual ha señalado que no puede inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela, pero también ha dicho que su sistema de gobierno no se puede aplicar en Perú.

En esos mismos medios, esta semana, el controvertido periodista peruano Jaime Bayly presentó un esperado programa en el que, tal y como había anunciado, realizó una dura crítica a los planes de gobierno del candidato de Gana Perú a las elecciones presidenciales. Su aparición generó todo tipo de comentarios. Sin embargo, pocos olvidan que la emisión se produjo en América Televisión, canal perteneciente al Grupo Miró Quesada, el principal emporio mediático del país.

Periodista de naturaleza controvertida, varios blogueros peruanos han advertido que Bayly no tenía la frescura de otros tiempos. Insinúan, cuando no aseguran, que el comunicador habría cobrado por este programa cerca de 500.000 dólares, un negocio francamente rentable que habría sido pagado por los que ellos mismos denominan “empresarios financistas”. Pero ¿Quienes son estos empresarios?

Muchos señalan al propio emporio de medios que dio soporte a Bayly en sus críticas, el Grupo Miró Quesada, como responsables subsidiarios de las mismas. Recuerdan que sus propiedades abarcan de diversos medios de comunicación, los más influyentes: El Comercio, La República, Perú.21, El Trome, Gestión, asimismo, de los canales TV: América Televisióncanal 4, y canal N, entre otros, que tienen un claro bagaje en contra del candidato de izquierda y de apoyo a Keiko Fujimori, su rival en las urnas.

Algunos blogueros, como por ejemplo los que participan en www.peruanosenusa.net, recogen lo que, en su opinión, es el modo de proceder habitual de la familia. Recuerdan que sus intereses comerciales les llevaron a utilizar todo su poder mediático contra empresarios del país como Fernando Zevallos Gonzáles, dueño de la aerolínea Aero Continente, que quebró, o César Cataño Flores, fundador de la aerolínea Peruvian Airlines, a quien se ha acusado de vínculos con el narcotráfico.

En esta área, en el de los vuelos comerciales, el Grupo Miró Quesada posee intereses que han generado vínculos muy curiosos. La pretensión de LAN Perú, dirigida por un miembro de la familia, de hacerse con los cielos peruanos, le ha llevado a relacionarse con LAN Chile, donde el presidente de dicho país, Sebastián Piñera, tiene intereses personales. El Grupo ha mostrado nuevamente sus cartas. En esta ocasión ataca a Humala por intermediación de Bayly. Pocos dudan de que detrás haya intereses personales de la familia.

En este contexto, pero también antes de que el clima contrario a Humala hubiese tomado la fuerza que ha adquirido, los inversores que apostaban por Perú iniciaron su retirada del mercado del país. Tambien esta semana, y como ejemplo de lo que está sucediendo, El Gobierno de Perú ha decidido posponer la colocación de 1.200 millones de dólares. El ministro de Finanzas, Ismael Benavides, ha asegurado que, después de que los rendimientos de la deuda de la nación se elevaran hasta máximo en dos años, algo que los analistas achacan a la preocupación de los inversores por una posible elección de Ollanta Humala como presidente del país, se va a posponer la venta hasta que la deuda del país se recupere.

La situación que vive Perú desde que Humala obtuviese el primer puesto en la primera vuelta de las elecciones peruanas, es complejo. El desplome de los bonos, la volatilidad en Bolsa o la caída del sol, la moneda nacional, parece responder a la supuesta alianza que el político nacionalista mantiene con el presidente venezolano Hugo Chávez. Eso al menos interpretan los analistas.

Jorge Ramírez, analista de Grupo Corill, lo tiene claro. Al ser preguntado si la volatilidad en el mercado tiene que ver con la segunda vuelta en si, con la posible elección de Keiko Fujimori para la presidencia o con la posibilidad de que Ollanta Humala sea elegido mandatario, ha respondido con un escueto “con la posible elección de Humala”. Ramírez considera que “ningún candidato tiene la segunda vuelta asegurada y ninguno de los dos ha expuesto con claridad sus planes económicos”.

Sin embargo, el analista asegura que “la volatilidad terminará el 5 de junio”, en referencia al día en que se conocerá quien asume la presidencia. “Se está produciendo una ligera recuperación, porque los inversores que se tenían que ir, ya se han ido. Los que se han quedado aguantarán hasta esa fecha”, considera Ramírez, que recuerda que es momento de compras porque “las acciones están muy baratas”.

El candidato de Gana Perú, que se ha comprometido a aumentar el control estatal sobre la sexta economía más grande de América del Sur, se enfrenta a la congresista Keiko Fujimori en una segunda vuelta, que se celebrará el 5 de junio. Benavides ha avanzado que el resultado de la votación será determinante para que el gobierno peruano pueda regresar a los mercados nacionales e internacionales de deuda. «No es un buen momento», dijo Benavides. «Tenemos que esperar hasta que el ruido se establece. Todo dependerá también de quién es elegido. »

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