FCC a la conquista de Centroamérica

FCC sigue creciendo en Centroamérica. Este jueves la constructora española ha anunciado la adjudicación de dos nuevos contratos en la región por 100 millones de euros. En concreto, se trata de obras de carretera en Panamá y Costa Rica, países donde ya goza de una amplia cartera de proyectos. FCC sigue creciendo en Centroamérica. Este jueves la constructora española ha anunciado la adjudicación de dos nuevos contratos en la región por 100 millones de euros. En concreto, se trata de obras de carretera en Panamá y Costa Rica, países donde ya goza de una amplia cartera de proyectos.

En Panamá, las obras son para la construcción de los accesos al proyecto Mina de Cobre. Este proyecto cuenta con un plazo de ejecución de 19 meses y unos ingresos de 93 millones de euros. Concretamente, FCC ejecutará dos rutas de entrada a la explotación minera que se prepara en la provincia de Colón, a unos 120 kilómetros al oeste de la capital del país. Las dos vías de acceso tendrán una longitud de 1,5 y 5,5 kilómetros respectivamente y podrá explotarlas por más de 30 años.

En lo que se refiere a Costa Rica, la presidida por Baldomero Falcones levantará ocho puentes en la Carretera Interamericana Norte del país por unos 6 millones de euros. El proyecto forma parte de la ampliación de la carretera Cañas-Liberia en Guanacaste que ya fue adjudicada a la española por 75 millones de euros. Para su desarrollo, se contará con financiación del Banco Interamericano del Desarrollo (BID) por 235 millones de euros a un plazo de ejecución de 17 meses.

FCC cuenta en Panamá, donde está presente desde 1996, con una cartera de obra superior a los 2.000 millones de euros. Entre otros proyectos emblemáticos, cuenta con la línea 1 de metro de la capital, un complejo hospitalario y un nuevo cauce de acceso al Canal de Panamá. A Costa Rica, la cotizada española llegó a la par que a su país vecino, y se ha adjudicado la construcción de varias carreteras

Por otra parte, la compañía celebraba hoy mismo consejo de administración. Aunque El Confidencial apuntaba que “BBVA y Bankia, sus dos principales acreedores, le han pedido que lo anule [el dividendo] para asegurar el pago de la deuda”; en el mercado no se esperaba ningún anuncio de relevancia, si no que se tratasen asuntos relacionados con su filial de áridos, Cementos Portland, inmersa en un complejo proceso de reestructuración financiera y operativa.

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