A días de celebrarse la segunda vuelta de las elecciones brasileñas, la presidenta Dilma Rousseff y el candidato por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, parecen estar de acuerdo en muy pocas cosas, pero una de ellas es la necesidad de reformar el Congreso. A días de celebrarse la segunda vuelta de las elecciones brasileñas, la presidenta Dilma Rousseff y el candidato por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, parecen estar de acuerdo en muy pocas cosas, pero una de ellas es la necesidad de reformar el Congreso.
De hecho, el Congreso brasileño es uno de los más fragmentados del mundo, ya que cuenta con 28 partidos, 513 diputados y 81 senadores. Cosa que se hizo más que evidente tras las protestas de junio de 2013, cuando se puso en la agenda una necesaria renovación de la democracia.
Aunque esta reforma, como recuerda el diario El País lleva años en el debate público, y tal es el caso que los últimos tres presidentes, Fernando Henrique Cardoso (PSDB), Lula da Silva y Dilma Rousseff, ambos del Partido de los Trabajadores (PT), trataron sin éxito de modificar la compleja legislación electoral.
En 2006, sin ir más lejos se presentó la ‘cláusula de barrera’, que pretendía quitar poder a los partidos que no consiguieran un porcentaje mínimo de votos, sobra decir que fue derribada, precisamente por los minoritarios.
No deja de ser lógico que haya problemas para alcanzar según qué acuerdos. Pues el sistema supone que un candidato muy votado puede quedarse sin silla por concurrir con unas siglas débiles, y un partido ínfimo puede tener más representantes si tiene a alguien popular en su lista.
Igualmente, las formaciones grandes aprovechan las campañas electorales para aliarse con los partidos pequeños y conseguir más tiempo de propaganda electoral, lo que justamente hicieron Neves y Rousseff en esta campaña.
Aunque parece ser que este uso no les echa para atrás a la hora de amagar cambios en el Congreso. Mientras que Neves, ha propuesto aplicar la ‘cláusula de barrera’ y el fin de las “coaliciones proporcionales” Rousseff ha sugerido listas cerradas.
En las elecciones del domingo, que llevan detrás de sí una dura campaña, el último sondeo de Datafolha mostró que Rousseff obtendría el 53% de los sufragios frente al 47% de Neves. Habrá que esperar hasta el domingo para saberlo.
