Las empresas de EEUU han vuelto a instalarse en México. El alza que últimamente se ha producido en los salarios de los trabajadores asiáticos ha podido ser la causa de que compañías estadounidenses se trasladen a tierras aztecas. El hecho sucede diez años después de que China ingresara en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y algunas compañías de EEUU llevaran sus fábricas allí para aprovechar el bajo coste de producción. Hasta ese momento, México había sido el mayor socio comercial del país vecino. Tras la mudanza, las exportaciones de la región azteca a EEUU disminuyeron considerablemente. Quizá ahora vuelva a cambiar. Las empresas de EEUU han vuelto a instalarse en México. El alza que últimamente se ha producido en los salarios de los trabajadores asiáticos ha podido ser la causa de que compañías estadounidenses se trasladen a tierras aztecas. El hecho sucede diez años después de que China ingresara en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y algunas compañías de EEUU llevaran sus fábricas allí para aprovechar el bajo coste de producción. Hasta ese momento, México había sido el mayor socio comercial del país vecino. Tras la mudanza, las exportaciones de la región azteca a EEUU disminuyeron considerablemente. Quizá ahora vuelva a cambiar.
Como decíamos antes, México ha vuelto a cobrar atractivo para la industria del país norteamericano, que gracias a la oferta de mano de obra, de nuevo competitiva, vuelve a apostar por el mercado laboral mexicano.
Hace una década, China se sumó al conjunto de países, muchos de ellos de Latinoamérica, que exigían una rápida eliminación de los subsidios a las exportaciones. Las empresas que se mudaron a la región asiática fueron principalmente del sector electrónico, cuyos productos entraban en EEUU sin pagar aranceles.
La fuga de los puestos de trabajo a China golpeó al país azteca. Para los mexicanos, la producción que realizaba la región vecina en su territorio era indispensable para el respaldo de la economía mexicana.
En 2006, EEUU adquirió el 90% de las exportaciones totales de México. El comercio bilateral de bienes llegó a 332 millones de dólares (242 millones de euros). La región azteca es el tercer socio comercial de EEUU.
Tres años después, México registró un notable descenso del 26% en las transacciones por un valor de 38.776 millones de dólares (28.200 millones de euros), casi la mitad de lo que facturó en 2008, 52.429 millones de dólares (38.200 millones de euros).
Pero esto quizá cambie. Por primera vez desde que China se unió en el 2001 a la Organización Mundial de Comercio (OMC), México mostró en los primeros 11 meses del 2010 un crecimiento mayor al del gigante asiático en términos de su participación en el mercado de EEUU. Posiblemente culminó el año con un poco más del 12% del mercado de importación estadounidense, su mayor participación en la historia.
México se ha beneficiado del alza de la subida de sueldos en China y, por ello, EEUU ha llevado de nuevo a que más compañías construyan allí sus plantas en el país azteca. La brecha salarial entre México y China se ha reducido y los salarios prácticamente se han equiparado. Este hecho, junto a la cercanía de la nación mexicana a EEUU, ha favorecido al regreso de las empresas norteamericanas.
La ventaja también ha sido apoyada por el incremento del precio de los combustibles, lo que ha hecho menos atractivo el envío de productos a través del Pacífico. A EEUU le resulta más caro transportar sus bienes desde China, lo que ha beneficiado a México ya que la distancia entre éste y la región norteamericana es muy reducida.