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La nacionalización de los fondos estatales en el extranjero, devuelve al presidente venezolano a las portadas de los medios internacionales

El oro y las reservas de Venezuela, otra aventura chavista

Hugo Chávez anunció el pasado miércoles la repatriación del oro que Venezuela tiene depositado en el extranjero, así como la recolocación de las reservas. En lo que respecta al metal, el Banco Central de Venezuela será el encargado de custodiarlo en sus bóvedas, mientras que a lo que al dinero se refiere, bancos de China, Rusia y eventualmente de Brasil se encargarán en adelante de guardarlo. El jueves 17 de agosto, el Parlamento venezolano se ha encargado de aprobarlo en un pleno. Como sucede siempre que el mandatario toma una decisión de calado, la estupefacción y la crítica están servidas. Hugo Chávez anunció el pasado miércoles la repatriación del oro que Venezuela tiene depositado en el extranjero, así como la recolocación de las reservas. En lo que respecta al metal, el Banco Central de Venezuela será el encargado de custodiarlo en sus bóvedas, mientras que a lo que al dinero se refiere, bancos de China, Rusia y eventualmente de Brasil se encargarán en adelante de guardarlo. El jueves 17 de agosto, el Parlamento venezolano se ha encargado de aprobarlo en un pleno. Como sucede siempre que el mandatario toma una decisión de calado, la estupefacción y la crítica están servidas.

En los tiempos de crisis e incertidumbre como los que se viven actualmente, cualquier economista financiero aconseja a los inversores que aseguren sus inversiones. En el caso de los países, como ya ocurrió la pasada semana con la decisión de Unasur de proteger los fondos en dólares y euros de los diferentes países, el consejo viene a ser el mismo. Y este argumento, ha sido el utilizado por Nelson Merentes, Presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), para justificar las medidas aprobadas el jueves por el Parlamento venezolano.

La situación que vive Venezuela es un poco diferente a la de los demás países. No en vano, posee el 70% de sus reservas en oro, algo atípico y que le convierte en un ente extraño a nivel internacional. La volatilidad del precio del metal dorado en el mercado marca por tanto el volumen de reservas que posee el país, algo que en estos momentos, con el precio de la onza en los 1.800 dólares y los inversores apostando por salir de Bolsa para optar por valores refugio, es una buena noticia.

Tal vez por eso, porque la situación en los mercados es poco menos que histérica, la medida adoptada por el Gobierno venezolano ha sido tomada de una manera tan abrupta y sorpresiva. Los problemas, mientras dure el petróleo, no tienen por qué ser excesivos. Hay quien advierte que llevarse todo el oro del país al BCV provocará problemas al país cuando quiera acceder al crédito en base a sus reservas. Por el contrario, las últimas colocaciones de bonos así como la concesión de créditos por parte de bancos rusos y chinos, han demostrado que los inversores, por su condición de país petrolero, no tienen miedo a ofrecer su dinero a Venezuela, que no ha tenido problemas para devolverlo hasta ahora.

Y este es, precisamente, otro de los argumentos utilizados para criticar al Gobierno. Hay quien especula con que las medidas adoptadas responden a las presiones de China y Rusia. Estos dos países son los principales acreedores de Venezuela en este momento. La intención de llevarse las reservas en moneda extranjera a bancos de ambas nacionalidades, además de Brasil, serían el resultado de los temores ante un posible impago venezolano. Nuevamente, esto es algo improbable cuando el barril de petróleo mantiene un precio en torno a los 100 dólares, muy por encima de los 70 dólares que supondría, según los expertos, la frontera peligrosa para el país y sus acreedores.

Como resultado de ambas medidas, el oro regresará a Venezuela y las reservas cambiarán de localización. En estos momentos, antes de que nada de esto se lleve a cabo, las reservas monetarias de Venezuela están depositadas en Reino Unido (17,90%), Panamá (0,67%), Estados Unidos (11,31%), Alemania (0,68%), Francia (6,48%) y Suiza (59,17%), que albergan 29.000 millones de dólares. Las reservas de oro custodiadas por entidades en el exterior, suman 211,35 toneladas, equivalentes a 11.058 millones de dólares, mientras que el oro que se encuentra en el exterior representa el 57, 8% del total que posee la República Bolivariana.

Pero el oro seguirá dando que hablar en Venezuela. El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció esta semana, a bombo y platillo y por televisión, la “nacionalización de la industria del oro” mediante una nueva ley que firmará próximamente. El objetivo es incorporar la producción aurífera a las reservas internacionales de la nación, lo que representaría mucho dinero su lo que asegura el mandatario es verdad.

Y es que, según Chávez, en la zona sur del río Orinoco (sur de Venezuela) existe “una de las reservas de oro más grandes del mundo”, además de importantes yacimientos de piedras preciosas, coltan, diamantes, bauxita y hierro. “Vamos a nacionalizar el oro y vamos a convertirlo entre otras cosas en reservas internacionales porque el oro sigue incrementado su valor (…) y no podemos permitir que se lo sigan llevando” declaró el mandatario venezolano.

Ahora, visto lo ocurrido con la petrolera estatal Petróleos de Venezuela, llega el momento del temor. PDVSA ha pasado en pocos años de ser la primera petrolera de América Latina a ser la tercera después de Pemex y Petrobras. Está, además, semi hipotecada por los créditos chinos y su excesiva a portación a la llamada revolución bolivariana. Por el bien de Venezuela, no debería ocurrir lo mismo con el oro del país.

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