Después de haber recibido infinidad de críticas internacionales, la Corte Nacional ecuatoriana, el máximo órgano judicial del país, renovará a un tercio de su plantilla. De los 21 magistrados que integran la Corte (en funciones desde enero de hace dos años) siete dejarán sus puestos. Después de haber recibido infinidad de críticas internacionales, la Corte Nacional ecuatoriana, el máximo órgano judicial del país, renovará a un tercio de su plantilla. De los 21 magistrados que integran la Corte (en funciones desde enero de hace dos años) siete dejarán sus puestos.
Al crearse el nuevo organismo en 2012, se modificó el modo de elegir a sus componentes, que ya no ostentan cargos vitalicios como sus antecesores, sino que son nombrados a través de un concurso de méritos y oposiciones durante un período de nueve años. Cada tres, se hace una renovación de siete de ellos. Así lo recuerda el diario El País.
Este es el método que ahora pone en funcionamiento la Corte para hacerse un ‘lavado de cara’. A los siete puestos optan 139 aspirantes que han superado la fase de inscripción, que exige una experiencia mínima de diez años en Derecho, entre otros requisitos, y se preparan para la fase de entrevistas que se llevarán a lo largo del fin de semana.
Durante estas conversaciones de 20 minutos, los aspirantes responderán sobre sus motivaciones para el puesto, aunque esta vez no habrá calificaciones, sino que simplemente se escuchará los que los candidatos tengan que decir. Este matiz diferencia este proceso del realizado en 2011.
Ese año, una comisión internacional que, por cierto, encabezaba el exjuez español Baltasar Garzón, cuestionó el funcionamiento de las entrevistas, pues le parecía raro que algunos aspirantes mejoraran su puntuación tras las audiencias orales y que fueran nombrados jueces de la Corte Nacional de Justicia en demérito de otros postulantes que reunían mayores méritos.
Los magistrados elegidos en aquel momento han sido protagonistas de varios casos polémicos, como el juicio del presidente Rafael Correa contra el diario el Universo o el juicio que comenzó el mandatario contra un asambleísta de la oposición y sus asesores. En ambos casos, la Justicia se puso del lado de Correa, lo que ha creado muchas suspicacias.
Gustavo Jalkh, titular del Consejo de la Judicatura, organismo que regula el comportamiento de los jueces, ha negado que la valoración de las entrevistas haya afectado la objetividad de la selección anterior. Mientras que el profesor de derecho de la Universidad Católica del Ecuador, Santiago Guarderas, ha coincidido con él.
Por otro lado, los jueces que dejarán su sillón en enero de 2015 todavía es una incógnita. Se teme que magistrados que han sido cuestionados públicamente por el presidente estén en la cuerda floja.
