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Las provincias y empresas argentinas vuelven a emitir deuda en el mercado internacional

Confianza recuperada

Ante la mala situación financiera que presenta la mayor parte de los países desarrollados, los inversores han comenzado a buscar en los mercados emergentes activos donde invertir con altas rentabilidades. Ahora le ha tocado el turno a Argentina, que tras los últimos estímulos monetarios del Fed, los activos del país latino han observado un aumento en su demanda. Con este panorama internacional, de bajos tipos de interés, y la buena voluntad de canje mostrada por parte del Gobierno, las provincias argentinas y las empresas nacionales se han lanzado al mercado internacional para colocar deuda y encontrar financiación. Esta es la vuelta de Argentina al mercado de deuda. Ante la mala situación financiera que presenta la mayor parte de los países desarrollados, los inversores han comenzado a buscar en los mercados emergentes activos donde invertir con altas rentabilidades. Ahora le ha tocado el turno a Argentina, que tras los últimos estímulos monetarios del Fed, los activos del país latino han observado un aumento en su demanda.

Con este panorama internacional, de bajos tipos de interés, y la buena voluntad de canje mostrada por parte del Gobierno, las provincias argentinas y las empresas nacionales se han lanzado al mercado internacional para colocar deuda y encontrar financiación. Esta es la vuelta de Argentina al mercado de deuda.

Tras años fuera de los mercados de deuda, por los problemas mostrados a comienzos de siglo en relación al pago de sus pasivos, Argentina vuelve con timidez a endeudarse. El Estado central aún no parece que vaya a seguir los pasos que ya han comenzado a dar las provincias nacionales, los cuales han conseguido, conjuntamente, colocar 790’773 millones de dólares (unos 570 millones de euros) en lo que va de año.

De este modo diferentes provincias argentinas y empresas privadas nacionales se han lanzado a este mercado en búsqueda de financiación. Pero hemos de señalar que el auge de la deuda soberana en Argentina comenzó el pasado mes de julio, momento en el cual se generó una gran demanda por los bonos argentinos. Las principales provincias argentinas, como Chubut, Córdoba o Buenos Aires, se lanzaron por aquellas fechas a la emisión de bonos en los mercados internacionales.

Por su parte, la provincia de Córdoba ha reabierto su bono a vencer en 2017 (emitido originalmente en agosto pasado) para hacerse de otros 196 millones de dólares por los que pagó una tasa del 11,71%, sensiblemente inferior a la del 12,375% validada hace dos meses. La baja fue posible por el vendaval de ofertas de compra por hasta 726 millones de dólares que recibió la provincia

La provincia de Buenos Aires reabrió su recientemente colocado bono 2015 (lanzado originalmente al mercado a fines de septiembre), para obtener otros 250 millones de dólares (180 millones de euros) por lo que debió pagar una tasa del 11,5 por ciento, que resultó medio punto porcentual inferior a la que había validado hace dos semanas al captar los 550 millones (unos 400 millones de euros) de la emisión original –con una tasa de 11,75%-.

En julio, la provincia de Chubut emitió un fideicomiso por 37 millones de dólares (unos 26 millones de euros), en parte dirigido al mercado local y el grueso de unos 27 millones de dólares (unos 20 millones de euros) al mercado internacional, con un vencimiento a 10 años y con una tasa de 9,66%.

También hay que mencionar la reciente, e inaudita, actuación de las empresas argentinas en estos mercados. ON Clase 9 de Edenor ha emitido 35 millones de dólares (25 millones de euros) a un plazo de 12 años y con una tasa de 9,75%. La distribuidora, a su vez, abrió un canje por 72 millones de dólares.

A la emisión de la eléctrica se suma entonces a la que realizó en abril Pan American Energy por 126 millones de dólares (unos 90 millones de euros), a una tasa de 7,875% y 11 años de plazo; a la colocación de 38 millones de dólares (27 millones de euros) que efectuó IRSA en julio, con una tasa de 11,56% a 10 años de plazo y a la colocación de 82 millones de dólares (unos 59 millones de euros) que colocó IMPSA con una tasa de 10,375% a 10 años de plazo.

El año pasado apenas hubo colocaciones en el extranjero, pero este año las nuevas condiciones del mercado han ‘invitado’ a las diferentes instituciones a buscar financiación por la vía del endeudamiento. El principal motivo del comienzo de estas acciones ha sido las bajas tasas de interés que ofrecen en la mayoría de los países desarrollados, junto a la abultada liquidez que se ha amontonado en todo el mundo. Actualmente, la mayoría de las deudas soberanas de las potencias mundiales, presentan rentabilidades en torno al 2%.

La rentabilidad más alta la presenta España, con 4,164%, pero el resto de potencias dan rentabilidades muy inferiores. Por ejemplo, EEUU, la primera potencia mundial, presenta un 2,5361% en sus bonos a 10 años; Alemania, primer país europeo en términos económicos, tiene un tipo de 2,47% en sus bonos con vencimiento a 10 años, y, por último, el Reino Unido casi llega al 3%, con un tipo de 2,93133%. La tasa más baja se encuentra en Japón, donde en sus bonos a 10 años el tipo de interés es de 0,896%.

Este es uno de los motivos que ha llevado a la gran mayoría de países latinoamericanos, como México, a recurrir al endeudamiento en los mercados internacionales. Pero no es el único. La voluntad de Argentina en el canje de su deuda y el acercamiento de actual Gobierno nacional al Club de París están logrando que el país latinoamericano mejora su imagen de solvencia fiscal, en el exterior, frente a los inversores.

Sobre todo, la confianza de los inversores se ha visto reforzada, no sólo por los buenos resultados que están generando los bonos argentinos en el mercado internacional, sino por la predisposición del gobierno de Cristina Fernández a la hora de cancelar la deuda pendiente. Así, Argentina usó a finales del mes de julio la cantidad de 2.700 millones de dólares (2.058 millones de euros) procedentes de las reservas del Banco Central para liquidar la deuda con vencimiento en 2010

Tras estas acciones, todos miran al Gobierno central a la espera de que mueva ficha en este nuevo ‘tablero’ internacional. Pero al parecer, Cristina Fernández está esperando el momento idóneo para volver a emitir deuda soberana y así dar un golpe de efecto para volver a ganar la confianza de los mercados internacionales y ratificar su política económica.

La presidenta argentina ha declarado, en repetidas ocasiones, que no tienen necesidad financiera y que esperarán a que la tasa de interés se sitúe por debajo de los dos dígitos, cercana al 7%. Por otra parte, los inversores piden una tasa alta como premio, y una prima de riesgo elevada, según Jackie Maubre, analista de Cohen Bursátiles, en declaraciones a Americaeconomica.com.

La vuelta de los bonos soberanos a los mercados internacionales parece que se retrasará hasta el año que viene, según la inquilina de la Casa Rosada. Aún así, los expertos creen que este retorno a los mercados de deuda, tras el canje de la deuda, va a ser muy diferente a la última vez. La imprevisibilidad e incertidumbre que hay en la nueva emisión tras casi una década fuera de los mercados internacionales, hace que los inversores pidan una prima de riesgo elevada y una tasa de interés cercana al 8,75%, como han señalado los observadores internacionales.

Tendremos que seguir de cerca los movimientos del Gobierno argentino, para comprobar como es el retorno del país a su última pesadilla: la deuda.

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