Desde la victoria del conservador Sebastián Piñera en las elecciones de 2010, Chile ha intensificado sus esfuerzos por atraer inversores extranjeros y empresas multinacionales que inviertan en su territorio. En ese sentido, Madrid ha acogido una jornada informativa, bajo el lema «Chile: claves legales y oportunidades de inversión», en la que, con especial atención al sector clave de la energía, diversas personalidades, como el embajador en España, Sergio Romero, han insistido en que el país sudamericano ofrece las condiciones de estabilidad y crecimiento necesarias para acoger proyectos de infraestructuras de compañías españolas. Desde la victoria del conservador Sebastián Piñera en las elecciones de 2010, Chile ha intensificado sus esfuerzos por atraer inversores extranjeros y empresas multinacionales que inviertan en su territorio. En ese sentido, Madrid ha acogido una jornada informativa, bajo el lema Chile: claves legales y oportunidades de inversión, en la que, con especial atención al sector clave de la energía, diversas personalidades, como el embajador en España, Sergio Romero, han insistido en que el país sudamericano ofrece las condiciones de estabilidad y crecimiento necesarias para acoger proyectos de infraestructuras de compañías españolas.
En una sala inusualmente abarrotada de ejecutivos, dada la buena acogida que ha tenido el evento, Romero ha señalado que en Chile “lo que es capaz de hacer la empresa privada, lo hace la empresa privada”, remarcando el carácter de simple regulador del Estado chileno. Ese aspecto –el compromiso de que la intervención estatal no afectará a las inversiones en el país– ha sido uno de los que han recibido más atención a lo largo de la jornada. No en vano, una de las principales preocupaciones de los inversores españoles en Latinoamérica es que los gobiernos regionales interfieran en las leyes del libre mercado, como suele ocurrir frecuentemente en países como Venezuela.
En ese sentido, tanto Romero como el resto de los ponentes han lanzado un mensaje de tranquilidad y seguridad a las compañías españolas: invertir en Chile es una apuesta segura. Algo para lo que se han aportado datos sobre las estructuras institucional y económica chilenas: según las agencias de calificación (S&P, Fitch, Moody´s) el país sudamericano presenta el menor riesgo de impago de toda Latinoamérica, mientras que como apuntan diversos organismos (como Transparencia Internacional o el Foro Económico Mundial), lidera la región en libertad económica, transparencia, ausencia de corrupción y atmósfera de negocio.
Lo cierto es que, al margen de las diversas turbulencias por las que atraviesa en los últimos tiempos (como las protestas estudiantiles o el descontento de la población con el proyecto energético HidroAysén), Chile demuestra una fortaleza económica envidiable, no sólo a nivel regional, sino también dentro del panorama global financiero. Según The Economist Intelligent Unit, el país sudamericano crecerá durante el 2011 un 6,3%, con una inflación bajo control alrededor del 3,5% y un 7% de desempleo. Una buena tendencia que según todos los indicadores se mantendrá en el tiempo y que ha conseguido recuperarse tras el duro terremoto de 2010.
La problemática de la energía y la creciente demanda provocada por el crecimiento chileno también ha ocupado parte de la jornada. Tomás Pablo, representante en España del ente estatal chileno Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), tras insistir en que “en Chile manda la empresa privada, mientras que el Estado es subsidiario”, uno de los lemas no oficiales del evento, ha lanzado un guiño a la poderosa industria española de las renovables, un sector en el que el gobierno de Piñera parece estar muy interesado como fuente para abastecer el país. Así, Pablo ha apuntado al Estado chileno como garante de las renovables en los próximos años, y las sinergias que pueden establecerse con las compañías españolas del sector.
Por último, la intervención de Rodrigo Cerdá, coordinador macroeconómico del Ministerio de Hacienda chileno, se ha mantenido en la misma línea y ha hecho hincapié en la fortaleza económica del país sudamericano. En definitiva, la jornada ha constituido un esfuerzo por parte de las autoridades chilenas por presentar un panorama atractivo que atraiga flujos de capital desde España y convenza a las compañías españolas de que el marco legal y financiero es el más adecuado para poner en marcha oportunidades de negocio viables y rentables.